Las Naciones Unidas instaron al mundo a aumentar la ayuda a Gaza mientras los funcionarios palestinos advertían de un desastre humanitario y sanitario en la Franja. Mientras tanto, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció la necesidad de establecer un mecanismo para evitar que las facciones palestinas accedan a los fondos que se envían para la reconstrucción.
Durante una conferencia de prensa celebrada ayer en Gaza, Lynn Hastings, coordinadora humanitaria de la ONU en Palestina, pidió a la comunidad internacional y a las instituciones mundiales que aumenten sus esfuerzos para ayudar a los palestinos de la asediada Franja de Gaza.
Hastings dijo que los materiales de construcción y la ayuda que se están entregando actualmente a Gaza representan sólo el 50% de lo que llegaba a la Franja antes de la reciente agresión israelí.
El funcionario de la ONU también pidió que se permita a los heridos y a los que necesitan atención médica, especialmente a los que tienen cáncer y enfermedades crónicas, salir de la Franja de Gaza para recibir tratamiento en el extranjero.
El corresponsal de Al Jazeera, Wael Al-Dahdouh, dijo que el llamamiento de Hastings se produce cuando el gobierno de ocupación ha vacilado hasta ahora en todas las condiciones del acuerdo de tregua que se alcanzó tras su reciente asalto a Gaza.
El corresponsal añadió que los intentos de dilación de los israelíes están estrechamente relacionados con las negociaciones indirectas con las facciones palestinas a través de mediadores egipcios e internacionales, y señaló que la situación ha vuelto a girar en torno a la vinculación que facilita la reconstrucción con el expediente de los prisioneros.
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Añadió que la ocupación está reteniendo el combustible necesario para el funcionamiento de la única central eléctrica de la Franja de Gaza, agravando la crisis eléctrica.
Además de las declaraciones del funcionario de la ONU, el jefe de la Autoridad Palestina del Agua (APA), Mazen Ghoneim, advirtió de un grave desastre humanitario y de la propagación de epidemias y enfermedades como consecuencia de las fugas de aguas residuales debido al ataque deliberado de los sionistas a las infraestructuras de Gaza.
Ghoneim dijo que la ocupación había bloqueado parcialmente el acceso de los residentes al agua, y añadió que la PWA está trabajando en un plan de emergencia para garantizar el funcionamiento de todas las plantas de desalinización y tratamiento de aguas residuales.
Explicó que los daños directos y de emergencia superan los 16 millones de dólares.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró que Estados Unidos está trabajando para evitar que la ayuda proporcionada para la reconstrucción de Gaza llegue a Hamás y a otras facciones palestinas que "buscan destruir a Israel".