El enviado especial de la ONU para Siria condenó este lunes "enérgicamente" el ataque perpetrado a principios de esta semana contra un hospital en Afrín, en el norte de Siria, en el que perdieron la vida al menos 14 civiles, informó la Agencia Anadolu.
"Condeno enérgicamente el ataque contra el hospital Shifa en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, que provocó la muerte y lesiones de civiles, incluido el personal médico, y la destrucción de partes del hospital", dijo Geir Pedersen en un comunicado.
"Estos atroces ataques contra civiles e infraestructuras civiles, incluidos los centros y trabajadores sanitarios, son inaceptables y deben cesar".
Pedersen dijo que todas las partes deben cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.
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"También reitero el llamamiento del Secretario General para que se rindan cuentas por los crímenes cometidos en Siria", dijo el enviado de la ONU.
Pedersen dijo que el ataque y la continua violencia subrayan la importancia de poner en marcha un alto el fuego a nivel nacional en Siria y un esfuerzo renovado para avanzar en la aplicación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.
El ataque del sábado contra el hospital en Afrin, controlado por la oposición, fue llevado a cabo por el grupo YPG, dijeron funcionarios de Turquía, que comparte frontera con Siria.
Turquía considera a las YPG una organización terrorista.