El sheikh de Al-Azhar, la máxima autoridad religiosa de Egipto, ha denunciado la "insistencia" de Israel en permitir que la "Marcha de las Banderas", ultranacionalista y de extrema derecha, se llevara a cabo ayer en la Jerusalén ocupada.
"La marcha es otra provocación de la entidad sionista", dijo el jeque Ahmed Al-Tayeb. "Se suma a una larga serie de planes criminales". Describió la medida israelí como un "intento de ganar puntos de propaganda política barata a costa de la sangre y los derechos de los palestinos pacíficos."
Haciendo un llamamiento a los árabes y musulmanes de todo el mundo para que "se enfrenten a estas violaciones sionistas", el sheikh advirtió de que podrían producirse "más violencia, destrucción y devastación".
El nuevo gobierno israelí confirmó ayer que la marcha puede celebrarse a las 18.30 hora local. En respuesta, las facciones palestinas han convocado lo que llaman un "Día de la Furia" en la asediada Franja de Gaza y en la ocupada Cisjordania.
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Como medida de precaución, el ejército israelí se ha preparado para una posible escalada en Gaza a causa de la marcha. La embajada de Estados Unidos en Jerusalén ha prohibido a sus empleados y a sus familias entrar hoy en la Ciudad Vieja.
Al parecer, se ha reforzado la seguridad en la Ciudad Vieja y sus alrededores, en lo que se considera una prueba del enfoque del nuevo gobierno israelí en estos asuntos.