La policía norirlandesa ha estado implicada en la represión de las raras protestas del mes pasado en Omán. Las manifestaciones estallaron por el aumento del desempleo y la corrupción y se dice que son las mayores de su tipo en el sultanato desde la Primavera Árabe de 2011.
Ahora se ha revelado que cuatro policías norirlandeses impartieron formación virtual en materia de orden público a las fuerzas policiales reales de Omán unos meses antes de las protestas, entre diciembre del año pasado y febrero de este año.
Según los sitios de noticias de investigación, The Detail y Declassified UK, el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) ha estado capacitando a la policía omaní sobre "cómo lidiar con los manifestantes" desde 2015, habiendo establecido vínculos con la fuerza el año anterior.
Un activista político exiliado que dirige el Centro Omaní de Derechos Humanos, Nabhan Al-Hanashi, es citado por haber descrito la respuesta policial a las manifestaciones como "muy extrema", especialmente si piden un cambio de régimen en el país.
Al-Hanashi añadió que si el PSNI "apoya los derechos humanos, no debería apoyar a la policía de Omán, que está oprimiendo a la gente". Dado que en Omán es un delito insultar al sultán, Al-Hanashi explicó: "En Omán, si haces campaña por las reformas políticas es un delito, si quieres pedir un cambio de régimen, es un delito. Estas cosas no son fáciles de practicar dentro de Omán".
También añadió que el Gobierno británico "siempre ha protegido al régimen de Omán" y que "por alguna razón en Reino Unido nadie nos escucha".
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El director de Amnistía Internacional en Irlanda del Norte, Patrick Corrigan, ha expresado su preocupación por los informes, diciendo que plantean "preguntas importantes" sobre el papel del PSNI en Omán. Dijo a ambos sitios web: "Según la PSNI, estos programas de formación debían ayudar a garantizar una actuación policial de orden público respetuosa con los derechos humanos en Omán, y sin embargo las autoridades omaníes siguen restringiendo indebidamente la libertad de expresión, deteniendo y procesando a periodistas y activistas en línea".
Tras las protestas, el ejército omaní inició una campaña de reclutamiento, mientras que el sultán Haitham Bin Tariq ordenó al Ministerio de Defensa y a otras instituciones gubernamentales que crearan 32.000 puestos de trabajo para omaníes durante 2021, en un intento de sofocar futuras revueltas. "El Ministerio de Defensa... comenzará a recibir a los solicitantes de empleo", anunció la agencia oficial de noticias ONA a finales del mes pasado.
A principios de este mes se informó de que decenas de manifestantes encarcelados habían sido puestos en libertad, aunque según los activistas de derechos humanos de entonces, un puñado de ellos siguen detenidos pero también se espera que sean liberados.