Es probable que el príncipe Hamzah Bin Hussein sea llamado como testigo en el caso conocido en los medios de comunicación como "Caso de sedición" contra el ex jefe de la Corte Real jordana, Bassem Awadallah.
El abogado de Awadallah, Muhammad Afif, dijo en declaraciones a la CNN árabe: "Ante la proximidad de la fecha del juicio en el caso de sedición, existe la tendencia a solicitar al príncipe Hamzah como testigo, y a cualquier otro testigo, ya sea de la familia real jordana o de otras personas", señalando que el juicio podría durar cuatro meses, y su primera sesión comenzará la próxima semana.
Añadió que su cliente y el segundo acusado en el caso, Sharif Bin Zaid, insistieron en que el príncipe Hamzah participara como testigo de la defensa, ya que su nombre se mencionaba en todas las páginas de la acusación, al tiempo que indicó que "nada lo impide desde el punto de vista jurídico".
Anteriormente, Amman News publicó lo que dijo eran las confesiones de Awadallah, añadiendo que había confesado haber mantenido reuniones periódicas con el príncipe Hamzah, hermano del rey Abdullah, desde el Ramadán de 2020, señalando que estas reuniones fueron organizadas por Bin Zaid.
Awadallah dijo que estas reuniones se produjeron después de que Bin Zaid le informara de que "el príncipe Hamzah está insatisfecho con la situación interna del país, y que quería hablar conmigo sobre esto y buscar consejo, ya que yo era un alto funcionario de la corte real y ahora trabajo en Arabia Saudí y conseguí mantener relaciones estrechas con funcionarios de allí."
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"Acepté celebrar la reunión, y en ese mismo periodo, de hecho, el príncipe Hamzah empezó a visitar mi casa periódicamente acompañado por Sharif Hassan, ya que de las conversaciones del príncipe Hamzah se desprende que está descontento con el rey y le considera responsable de todos los errores del Estado y de los sucesivos gobiernos."
Awadallah también indicó durante el interrogatorio que, dado que conocía la posición del príncipe Hamzah, "empecé a compartir sus argumentos y a incitarle contra el rey, diciéndole que era el verdadero causante del deterioro de la situación interna, y en ese momento, el príncipe Hamzah me dijo que no confía en absoluto en él."
Jordania atravesó una crisis sin precedentes hace dos meses, cuando el rey Abdalá II se enfrentó a una inusual división en el seno de la familia real, ante las acusaciones contra su hermanastro y antiguo príncipe heredero Hamzah de conspirar con "partidos extranjeros para derrocar al rey".
El 3 de abril, las autoridades jordanas lanzaron una campaña de detenciones contra varios ex altos cargos del país, lo que llevó a poner al príncipe Hamzah bajo arresto domiciliario. Dijeron que Hamzah se había puesto en contacto con partidos extranjeros en relación con un complot para desestabilizar el país y que se le estaba investigando desde hacía tiempo.
Posteriormente, la Fiscalía puso en libertad, por recomendación del rey, a los 14 detenidos, mientras que mantuvo en prisión a Awadallah y Bin Zaid.