Poco antes de que el israelí Naftali Bennett asumiera el cargo de primer ministro, su predecesor Benjamin Netanyahu ordenó que se destruyeran documentos en su oficina, según un informe publicado ayer. Fuentes que trabajaban para Netanyahu dijeron que el ex primer ministro les ordenó desechar los documentos el domingo, un día antes de que el nuevo gobierno tomara posesión. No está claro cuáles o cuántos documentos fueron supuestamente destruidos.
Según las normas de la administración pública y una decisión del gabinete, la destrucción de documentos es ilegal. Todos los documentos, ya sean públicos o privados, deben conservarse en los archivos de la oficina, especialmente los documentos relativos a asuntos profesionales.
En un comunicado, la oficina del primer ministro declaró que "no estaba familiarizada con este asunto", pero afirmó que lo estudiaría. Un portavoz de Netanyahu desmintió por completo la afirmación, declarando que "nunca ocurrió tal cosa".
Los documentos se guardan en cajas fuertes situadas en una zona conocida como el "Acuario", donde se sientan los primeros ministros y sus ayudantes más veteranos. Esta zona del despacho suele contener las agendas de los altos cargos, documentos relativos a su trabajo y otros materiales. Tal y como establece la ley, los documentos de las cajas fuertes debían trasladarse a los archivos de la oficina para ser archivados y que Bennett, sus ministros y sus ayudantes de alto nivel pudieran acceder a ellos.
El informe citaba a personal no identificado que trabajaba para el ex primer ministro e informaba de que se les había ordenado destruir los documentos el domingo por la mañana, horas antes de que una coalición de partidos que trabaja para destituir a Netanyahu tomara el mando. Los empleados dijeron que la orden procedía directamente del propio Netanyahu.
El lunes, Netanyahu entregó la oficina y sus poderes formales a Bennett tras sus 12 años de gobierno. La reunión fue, al parecer, inusualmente abrupta, y terminó sin el tradicional apretón de manos, ceremonia o foto.
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