La ministra sudanesa de Asuntos Exteriores, Mariam Al-Mahdi, advirtió ayer contra lo que describió como el "peligro de que posibles mercenarios armados regresen de Libia a Sudán", añadiendo que tal movimiento amenazaría la "seguridad de toda la región".
En una reunión con su homóloga libia, Najla El Mangoush, la funcionaria sudanesa dijo que era "importante considerar la cuestión como un asunto de seguridad regional."
"Hay que considerar seriamente los mecanismos para desmovilizar, reintegrar y absorber a esos militantes en proyectos nacionales que apoyen la estabilidad de Sudán", añadió Al-Mahdi.
Los dos ministros se reunieron al margen de una reunión de ministros de Asuntos Exteriores árabes celebrada el martes en Doha, la capital qatarí. Se informó de que la reunión se celebró a petición de Egipto y Sudán para discutir la evolución del caso de la presa del Gran Renacimiento Etíope (GERD).
Desde que el dictador libio Muammar Gadaffi fue derrocado en 2011, el país ha estado sumido en una lucha de poder entre facciones rivales del este, dirigidas por el comandante Khalifa Haftar y su Ejército Nacional Libio (LNA), y del oeste, dirigidas por el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), reconocido internacionalmente.
Tras un reciente avance político, el 15 de marzo Libia asumió una nueva autoridad de transición, compuesta por un gobierno de unidad y un consejo presidencial, que dirigirá el país hasta las elecciones previstas para el 24 de diciembre.
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