El presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi, se ha abstenido de emitir un indulto presidencial en el plazo de dos semanas que se le ha concedido para evitar que varios miembros de los Hermanos Musulmanes sean condenados a muerte.
A mediados de junio, un tribunal confirmó la pena de muerte contra Abdel-Rahman el-Bar, Mohamed el-Beltagy, Safwat Hegazy, Osama Yassin, Ahmed Aref, Ihab Wagdy, Muhammad Abd al-Hayy, Mustafa al-Farmawi, Ahmed Farouk, Haitham al-Arabi, Muhammad Zanati y Abd al-Azim Ibrahim.
Los miembros de los Hermanos Musulmanes fueron condenados en el caso de la sentada de Rabaa, en la que la policía y las fuerzas de seguridad dispersaron violentamente a manifestantes desarmados y detuvieron a cientos de ellos.
Las sentencias del Tribunal de Casación son definitivas y no pueden ser recurridas, sin embargo, un indulto presidencial puede conmutar las penas de muerte en un plazo de 14 días desde su emisión, lo que terminó ayer.
Tras la dispersión, Egipto ilegalizó a la Hermandad, calificándola de "grupo terrorista".
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