Irak, Jordania y Egipto anunciaron su acuerdo sobre asuntos políticos y de seguridad -en particular la lucha contra el terrorismo, la causa palestina y la Gran Presa del Renacimiento Etíope- en una cumbre tripartita celebrada en Bagdad el pasado domingo. La reunión congregó al Rey Abdullah II de Jordania, al Presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sisi y al Primer Ministro iraquí Mustafa Al-Kadhimi.
La cumbre se centró en la cooperación económica, de seguridad y comercial entre los tres países y el resto de la región. Subrayaron la importancia de la coordinación entre ellos para hacer frente a los desafíos, el terrorismo y las amenazas a la seguridad nacional árabe. Asimismo, acordaron apoyar a Egipto y Sudán en relación con la presa del río Nilo.
La convocatoria de la cumbre estuvo motivada por los riesgos y desafíos que amenazan la seguridad de la región. Los ministros de Asuntos Exteriores de Bagdad, Ammán y El Cairo confirmaron que han establecido mecanismos en el sector económico y subrayaron que invertirán en oportunidades económicas y políticas. Aunque la prioridad de la cumbre era la situación económica, subrayaron que la presencia de Egipto y Jordania en Irak era un elemento de disuasión para los que están detrás de los desafíos que se plantean. Es importante, dijeron, que la estabilidad no será posible sin hacer frente al terrorismo y a las injerencias externas.
Durante una conferencia de prensa conjunta con sus homólogos iraquí y egipcio, Fouad Hussein y Sameh Shoukry respectivamente, el ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Al-Safadi, afirmó que estarían de lado de El Cairo y Jartum en lo que respecta a la presa del Renacimiento, y al consenso de los líderes en cuestiones regionales, en particular el apoyo a la causa palestina y la solución de los dos estados. También destacó la importancia de la custodia hachemita sobre los lugares santos para preservar la identidad árabe de Jerusalén. Al-Safadi añadió que el Reino estará al lado de Irak en sus retos y en su reconstrucción.
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Por su parte, el iraquí Hussein señaló que la celebración de la cumbre tripartita en Bagdad refleja la cooperación entre los tres países. Señaló que todos buscan oportunidades de cooperación e inversión en diversos campos. Shoukry dijo que había consenso sobre los principales objetivos de la reunión para promover la integración económica de los pueblos árabes y mejorar su seguridad.
Según el Centro Egipcio de Estudios Estratégicos, las actuales relaciones bilaterales entre Irak y Egipto sugieren la posibilidad de mejorar el comercio entre ambos con oportunidades para que Egipto exporte materiales de construcción al mercado iraquí. En el mismo contexto, la ministra egipcia de Cooperación Internacional, Rania Al-Mashat, declaró que Egipto e Irak buscan eliminar todos los obstáculos a la cooperación para lograr una integración estratégica en los sectores económico, comercial y de inversión.
Una cumbre similar celebrada el pasado mes de agosto dio como resultado el proyecto del Nuevo Levante. Éste se basa en la integración entre la mano de obra egipcia, el petróleo iraquí y la ubicación de Jordania. El proyecto pretende que Egipto y Jordania obtengan petróleo iraquí a bajo precio, mediante la ampliación de un oleoducto desde Basora hasta el puerto de Aqaba en Jordania y luego hasta Egipto. También se exportará electricidad egipcia a Irak y Jordania. Se desarrollarán zonas industriales conjuntas, junto con la cooperación en materia de pequeñas y medianas empresas, el apoyo a la innovación y el espíritu empresarial, la cooperación en materia de sanidad, infraestructuras y reconstrucción, y el aumento del comercio entre los tres países.
La región ve así cómo se perfila una nueva alianza para un "sistema económico regional que defienda a los tres países, perjudicados por varias razones y que sufren amenazas políticas y de seguridad". Esta alianza económica tripartita podría reducir la dependencia energética de Irak respecto a Irán, aunque Washington siempre concede exenciones a las sanciones para que Bagdad pueda hacerlo.
La importancia de la cumbre radica en el hecho tácito de que Irak es un país árabe y que el gobierno de Al-Kadhimi pretende reducir su dependencia de Irán. Ahora es importante traducir los proyectos en acciones sobre el terreno, así como superar la inevitable burocracia y normalizar las tasas aduaneras. También es necesario planificar las exenciones arancelarias para las mercancías exportadas entre los firmantes del proyecto del Nuevo Levante y abrir la puerta, más adelante, a otros países árabes que deseen unirse a la alianza, que se está convirtiendo en un plan de integración económica y en un mercado árabe conjunto.
Este artículo apareció por primera vez en árabe en Addustour el 28 de junio de 2021
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