Israel ya no tiene capacidad para influir en las discusiones que se están llevando a cabo en Viena para alcanzar un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear iraní, informó el lunes Haaretz. Sin embargo, el gobierno israelí ha estado haciendo grandes esfuerzos para influir en las conversaciones entre los firmantes del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) original de 2015.
"Esencialmente, durante las conversaciones nucleares sólo hay dos opciones", dijo al periódico un funcionario israelí involucrado en las conversaciones. "O volver al acuerdo nuclear original o no volver a él. No hay otra opción".
En los últimos meses, Israel ha actuado en varios frentes para intensificar la presión sobre Irán. Los funcionarios han tratado de persuadir a Washington para que mantenga las sanciones estadounidenses sobre Irán. No forman parte del posible acuerdo.
Al mismo tiempo, Israel ha estado tratando de persuadir a Estados Unidos para que permita la opción de un ataque contra Irán y sus instalaciones nucleares. El gobierno de Teherán insiste en que su programa nuclear está destinado únicamente a fines pacíficos.
Israel está desesperado por seguir siendo el único Estado con armas nucleares en Oriente Medio. No ha firmado el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares ni permite inspecciones internacionales de sus instalaciones nucleares.
Tel Aviv y Washington: Lo que ocurre a puerta cerrada