El movimiento hutí de Yemen llevó a cabo el domingo un inusual ataque con misiles en una región del sur que ha visto renovadas las luchas internas entre las fuerzas aliadas a una coalición militar liderada por Arabia Saudí, dijeron tres fuentes gubernamentales, informa Reuters.
El ataque contra una base militar en Abyan, en el que según dos de las fuentes murieron al menos dos soldados y más de 20 resultaron heridos, se produce en un momento en el que el gobierno reconocido y un grupo separatista concentran combatientes en la zona, mientras Riad trata de aliviar las tensiones.
El Consejo de Transición del Sur (STC) ha estado compitiendo con el gobierno respaldado por Arabia Saudí por el control del sur. Los hutíes, que expulsaron al gobierno de la capital yemení, Saná, a finales de 2014, mantienen en gran medida el norte.
No hubo comentarios inmediatos de los hutíes, que intentan hacerse con el último bastión del gobierno en el norte, en Marib, rica en gas, al tiempo que mantienen los ataques transfronterizos contra ciudades saudíes.
La inestabilidad en el sur complica aún más los estancados esfuerzos liderados por las Naciones Unidas y respaldados por Estados Unidos para garantizar un alto el fuego a nivel nacional, necesario para poner fin a más de seis años de guerra en Yemen que han provocado una grave crisis humanitaria.
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Arabia Saudí, que ha estado acogiendo las conversaciones entre el CCT y el gobierno del presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi, dijo el viernes que los aliados nominales habían acordado detener las escaladas políticas, militares, de seguridad y de otro tipo que amenazan un acuerdo de reparto de poder alcanzado en 2019, informó la agencia estatal de noticias SPA.
Las dos partes aún no han redistribuido las tropas fuera de Adén y otras regiones del sur, como estipula el pacto mediado por Arabia Saudí. Las fuerzas del CCT, que cuentan con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos, patrullan Adén y han tomado varios edificios gubernamentales.
La coalición intervino en Yemen en marzo de 2015 en un conflicto considerado en gran medida en la región como una guerra de poder entre Arabia Saudí e Irán. Lleva años en un estancamiento militar.