Etiopía ha rechazado hoy lo que ha calificado de "injerencia inoportuna" de la Liga Árabe en la crisis de la presa del Renacimiento.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del país hizo esta declaración en respuesta a una carta enviada por la Liga Árabe a la Asamblea General de las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad en la que apoyaba las posiciones de Egipto y Sudán en relación con la crisis de la presa.
Ayer, el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Etiopía, Demeke Mekonnen, envió una carta al presidente del Consejo de Seguridad en la que expresaba la decepción de Etiopía con la Liga Árabe por dirigirse a las Naciones Unidas en relación con un asunto que no entra en su ámbito.
Etiopía está en proceso de llenar su presa del Gran Renacimiento Etíope (GERD), de 5.000 millones de dólares, cerca de la frontera con Sudán, que dice que proporcionará al país la electricidad y la regeneración económica que tanto necesita. Egipto cree que restringirá su acceso a las aguas del Nilo.
OPINIÓN: Las antigüedades de Egipto son un instrumento en la crisis de la presa de Etiopía
Egipto depende casi por completo del agua del Nilo, del que recibe unos 55,5 millones de metros cúbicos al año, y cree que el llenado de la presa afectará al agua que necesita para beber, para la agricultura y para la electricidad.
El Cairo quiere que Etiopía garantice que Egipto recibirá 40.000 millones de metros cúbicos de agua del Nilo o más. El ministro etíope de Riego, Bekele, dijo que Egipto ha abandonado esta demanda, pero Egipto insiste en que no lo ha hecho y emitió una declaración en este sentido.