Varios activistas italianos han lanzado una campaña en la que instan a la gente a no ir de vacaciones a Egipto en protesta por la desaparición forzosa sistemática y sin control de disidentes por parte del régimen.
En septiembre del año pasado, la Comisión Egipcia de Derechos Humanos declaró que se habían producido unas 2.723 desapariciones forzosas en sólo cinco años.
"Un país que trata con torturadores y asesinos es en todos los sentidos cómplice de ellos", publicó un activista.
Bajo el hashtag italiano "no vayas de vacaciones a Egipto", los activistas han planteado la cuestión de Giulio Regeni y Patrick Zaki como ejemplos de lo que las autoridades son capaces de hacer a las personas que critican al gobierno.
Regeni era un estudiante de doctorado italiano en la Universidad de Cambridge del Reino Unido que investigaba sobre los sindicatos independientes en El Cairo cuando fue secuestrado en las calles de la capital en febrero de 2016.
Más tarde, su cuerpo fue encontrado tirado a un lado de la carretera tras haber sido torturado hasta la muerte por los servicios de seguridad egipcios.
Italia ha ordenado que cuatro altos cargos de los servicios de seguridad egipcios sean juzgados por el asesinato de Regeni, pero tras meses de dar largas, la fiscalía egipcia ha cerrado oficialmente el caso.
La usuaria de Twitter Alessandra escribió: "Porque cada uno de nosotros puede ser Giulio. Y porque Giulio merece justicia y verdad".
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Zaki era un estudiante de máster egipcio en la Universidad de Bolonia, en el norte de Italia, que desapareció por la fuerza en el aeropuerto de El Cairo el año pasado cuando volvía a casa para visitar a su familia y fue torturado y puesto en prisión preventiva.
A principios de este mes, con motivo de su 30 cumpleaños, los políticos italianos pidieron al gobierno que aplicara la decisión del parlamento de conceder a Zaki la ciudadanía italiana.
Un activista publicó: "Estamos convencidos de que el turismo también debe tener ética. Ir de vacaciones a países dictatoriales en los que el secuestro y la tortura se utilizan como herramienta gubernamental significa financiarlos. Egipto es un país inseguro".
Simona Moschini escribió: "Nunca he estado y nunca iré. El mundo está lleno de lugares hermosos donde no meten en la cárcel a miles de inocentes".
El turismo es una de las mayores fuentes de ingresos de Egipto y se vio muy afectado por la revolución de 2011, el golpe de Estado de 2013 y los numerosos informes sobre derechos humanos que han ahuyentado a la gente.
El ministro de Turismo de Egipto calculó que el país perdió unos mil millones de dólares al mes como consecuencia de la pandemia mundial de coronavirus.