La ministra sudanesa de Asuntos Exteriores, Maryam Al-Mahdi, anunció ayer que el Parlamento de su país revisará el acuerdo con Moscú sobre el establecimiento de una base naval rusa en Sudán, firmado durante la época del ex presidente Omar Al-Bashir.
Al-Mahdi confirmó durante una visita a Moscú que el documento fue firmado "por el anterior gobierno sudanés".
La ministra sudanesa dijo tras reunirse con su homólogo ruso, Sergei Lavrov: "Ahora tenemos un gobierno que responde ante el nuevo parlamento", donde se evaluará el acuerdo.
El acuerdo fue discutido en 2017 entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y Omar Al-Bashir, que fue derrocado en 2019 tras meses de protestas populares.
Rusia anunció la firma del acuerdo en diciembre de 2020, mencionando que incluía el establecimiento de una base militar naval en la estratégica ciudad de Puerto Sudán que da al Mar Rojo. El acuerdo también permite a la armada rusa mantener hasta cuatro buques simultáneamente en la base, incluyendo aquellos con capacidad nuclear. La base albergaría hasta 300 efectivos militares y civiles.
El acuerdo también estipula que Rusia tiene derecho a transferir, a través de los puertos y aeropuertos sudaneses, "armas, municiones y equipos" necesarios para el funcionamiento de la base naval.
A principios de junio, un alto cargo militar sudanés confirmó que su país estaba revisando el acuerdo ruso, que incluía disposiciones consideradas "perjudiciales".
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Ayer, Al-Mahdi dijo que la evaluación del acuerdo en el consejo legislativo se llevará a cabo de acuerdo con "los intereses de Sudán y los objetivos estratégicos que persiguen Rusia y Sudán".
Durante muchos años, Sudán se ha apoyado militarmente en Rusia, especialmente durante las décadas de sanciones impuestas por Estados Unidos.
Desde agosto de 2019, Sudán está dirigido por un gobierno de transición que busca acabar con el prolongado aislamiento internacional de Jartum tras ser incluido en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo de Washington.
Estados Unidos sacó a Sudán de la lista negra en diciembre después de que normalizara sus lazos con el Estado ocupante de Israel.
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