Una familia compuesta por cuatro hijos, dos hijas y sus padres lleva sin hogar desde el 12 de mayo, cuando su apartamento fue destruido por un ataque aéreo israelí contra su bloque de torres residenciales de seis plantas en el barrio de Al Naser, al norte de la ciudad de Gaza. Raed Subaih, de 45 años, es el cabeza de familia. "Nos sentimos como mendigos cuando buscamos el alquiler de nuestra casa temporal", me dijo.
La vivienda provisional de su familia no está lejos, "pero está en muy malas condiciones". Recibió 2.000 dólares del gobierno de Gaza inmediatamente después de que su apartamento fuera destruido. "Sólo podíamos permitirnos algunas cosas básicas, como colchones, mantas y electrodomésticos", explicó. "Sin embargo, la destrucción de nuestra casa no fue sólo una pérdida material. Sí, perdimos nuestra casa, nuestros documentos y nuestros muebles, pero todo esto puede ser reemplazado, aunque sea lentamente y después de mucho sufrimiento, pero nuestros recuerdos y nuestros momentos felices no pueden ser reemplazados. El sufrimiento y el trauma no pueden borrarse".
Al igual que otros residentes del edificio, el 12 de mayo Subaih recibió una llamada telefónica de agentes de la inteligencia israelí diciéndole que abandonara su casa en 10 minutos porque iba a ser bombardeada. No dieron ninguna razón, pero insistieron en que el edificio debía ser evacuado inmediatamente antes de ser destruido.Cada uno de los seis pisos tenía dos apartamentos; diez familias vivían en el edificio pacíficamente hasta que les ordenaron que se fueran e Israel los dejó sin hogar. Estas diez familias, al igual que otras cientas, perdieron sus hogares a causa de las bombas israelíes, tienen dificultades para pagar el alquiler de su alojamiento temporal. Los que no pueden pagar han estado viviendo en tiendas de campaña improvisadas o con sus parientes.
"Nuestra casa fue destruida en la víspera del Eid Al-Fitr", señaló Subaih. "Ojalá hubiéramos podido reconstruir nuestra casa antes del Eidul Adha, pero parece que el Eidul Adha será en la misma casa provisional". Añade que han montado una tienda de campaña cerca de los escombros que antes eran su bloque de apartamentos, donde reciben invitados.
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La embestida israelí duró diez días y noches entre el 11 y el 21 de mayo. Casi 1.500 familias vieron sus casas completamente destruidas o muy dañadas. Otras 13.000 familias viven en casas que requieren reparaciones esenciales para hacerlas prácticamente habitables, pero no pueden llevar a cabo las reparaciones debido al actual bloqueo israelí de Gaza, que hace que escaseen los materiales de construcción. Mientras tanto, Subaih intenta salvar lo que puede de los restos de su apartamento mientras se retiran los escombros.
Las carreteras de Gaza están congestionadas. Se acerca el Eidul Adha, y las calles y los mercados concurridos sugieren prosperidad y felicidad. La realidad, sin embargo, es que los palestinos de Gaza deambulan por las calles para pasar el tiempo; están mirando escaparates, no comprando. La pobreza aumenta.
La semana pasada, Israel anunció un "alivio" del asedio y permitió la entrada de ropa y algunos otros productos en Gaza, que habían sido retenidos durante meses en los puertos israelíes. Según Ahmed Selmi, vendedor de una tienda de ropa en el centro de la ciudad de Gaza, este Eid es muy diferente. "Muchos de nuestros residentes locales siguen afectados por la ofensiva israelí. Su poder adquisitivo es muy débil, así que aunque se ha permitido la entrada de algunos productos en el territorio, el negocio es lento".
El diputado palestino Jamal Al-Khodari ha declarado que los cierres de los pasos fronterizos han infligido pérdidas masivas a la economía de Gaza. El 90% de las fábricas han cerrado y el desempleo ha aumentado considerablemente hasta el 60%.
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Con una escasez crónica de ingresos disponibles, señaló Ahmed Habboush, propietario de una tienda en el mercado de Al Zawiyeh, el más popular de Gaza, la gente no puede comprar nada. Algunos propietarios de tiendas en otros mercados han levantado carpas para exponer sus productos, pero no surte efecto. La grave situación económica afecta a todos.
El impacto médico y psicológico de la ofensiva israelí es continuo para muchas personas, al igual que el impacto físico de la pérdida de casas e infraestructuras necesarias para una vida normal. Sin embargo, dos meses después de los diez días de asalto israelí, todos estos factores son responsables del trauma que demasiados palestinos están sintiendo a todos los niveles. La triste realidad es que no son capaces de ver ninguna luz al final del oscuro túnel en el que Israel les ha sumergido.
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