El yudoca argelino Fethi Nourine se ha retirado de los Juegos Olímpicos de Tokio para evitar la posibilidad de enfrentarse a un rival israelí. Nourine iba a enfrentarse el lunes al judoka sudanés Mohamed Abdalrasool en su primer combate, y se habría enfrentado al israelí Tohar Butbul en la siguiente ronda de la división masculina de 73 kilos.
"No tuvimos suerte con el sorteo", explicó el entrenador de Nourine, Amar Ben Yaklif, a la televisión argelina. "Nos tocó un rival israelí y por eso tuvimos que retirarnos. Tomamos la decisión correcta".
Nourine también se negó a enfrentarse a Butbul en 2019 cuando se retiró de los campeonatos del mundo de judo. Dijo que su apoyo político a la causa palestina le impedía competir contra un israelí.
"Hemos trabajado mucho para llegar a los Juegos Olímpicos", dijo, "pero la causa palestina es más grande que todo esto". La decisión, añadió, es "definitiva".
No es la primera vez que la política y los Juegos Olímpicos chocan. En los Juegos de Atenas de 2004, el entonces campeón mundial iraní Arash Mirasmaeili se negó a luchar contra el judoka israelí Ehud Vaks, lo que le valió los elogios de Teherán. En Río de Janeiro, en 2016, el judoka egipcio Islam El Shehaby fue enviado a casa tras negarse a estrechar la mano del israelí Or Sasson cuando terminó su combate.