El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí anunció ayer que ha recuperado su estatus de observador en la Unión Africana. Hasta 2002, el Estado colonial era miembro observador de la Organización de la Unidad Africana, hasta que ésta se disolvió y fue sustituida por la Unión Africana.
¿Quién ha decidido readmitir a Israel en la UA como Estado observador? Conocemos muy bien a los responsables, porque desde que llegaron al poder en el organismo continental han tomado algunas decisiones muy impopulares que no benefician a África ni a sus pueblos. En cambio, nos han vendido a todos al mejor postor.
Un día quedarán expuestos como traidores porque África y sus Estados han nacido de las luchas contra la esclavitud y el colonialismo; no necesitamos asociarnos con Estados coloniales como la entidad sionista. En tiempos pasados nuestros reyes y jefes nos vendieron por una cucharadita de azúcar y un espejo brillante. Hoy en día nuestros líderes nos venden de nuevo a los descendientes de los mismos imperialistas que llevan capas democráticas para ocultar sus intenciones colonialistas.
¿Hay alguna diferencia entre estos líderes africanos modernos y los que nos vendieron a la esclavitud colonial? Sencillamente, ninguna. Son los que permiten a los imperialistas y a los sionistas tener acceso a los recursos naturales de nuestro continente a cambio de tecnología de espionaje y armas que les permitan seguir en el poder.
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Cuando el ex líder libio Muammar Gaddafi encabezó la formación de la Unión Africana en 2002, se aseguró de que el Israel sionista quedara al margen. No sabía que sus hermanos africanos le traicionarían a él y a su legado anticolonialista.
Israel es un Estado racista y de apartheid, así que ¿por qué debería tener estatus de observador en la UA? Antes de que se considerara siquiera la readmisión, la unión debería haber exigido que el Estado sionista cumpliera las numerosas resoluciones de la ONU que pesan sobre él. Era una oportunidad perfecta para presionar a Israel para que se retire de todas las tierras árabes que ocupa -libanesas, sirias y palestinas por igual- y facilitar la independencia del Estado de Palestina.
La Unión Africana tiene que despertar a lo que Israel es capaz de hacer. Esta misma semana, el periódico británico The Guardian ha informado de que una empresa israelí ha desarrollado y vendido el programa espía Pegasus a varios gobiernos, incluidos algunos de África, y que al menos catorce líderes mundiales (entre muchos activistas, periodistas y defensores de los derechos humanos), incluido el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, han sido objeto de esta tecnología.Este es sólo un ejemplo de lo que significa hacerse amigo de Israel. Uno de los líderes africanos que se dice que está implicado en el uso de la tecnología Pegasus es Paul Kagame, de Ruanda. Es un conocido amigo de Israel y sus relaciones con muchos de sus vecinos en África son tensas. Dichas relaciones van a ponerse aún más a prueba tras la filtración de Pegasus.
Kagame es conocido por perseguir a sus oponentes políticos allí donde se encuentren y asesinarlos. Su relación con el gobierno sudafricano es tensa por esa misma razón. También tiene problemas con el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, que le acusa de espionaje con el mismo programa espía Pegasus. El gobierno de Burundi también se queja de Kagame por hacer lo mismo.
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Ruanda desplegó recientemente sus tropas en el norte de Mozambique y desde entonces ha estallado una feroz guerra de palabras en el seno del partido gobernante FRELIMO en Maputo. Dada la situación de Pegasus, ¿cómo puede la Comunidad de Desarrollo de África Austral, de la que forma parte Mozambique, confiar en que los militares ruandeses trabajen junto a sus fuerzas? Este acuerdo podría salir muy mal. Es imposible luchar junto a quienes te espían.
Es un hecho que dondequiera que vaya Israel y sea bienvenido, suelen surgir problemas de esta naturaleza. Los países se desestabilizan y se vuelven unos contra otros. Es la vieja táctica colonial de "divide y vencerás", enfrentando a un bando con otro y fingiendo ser amigos de ambos.
La decisión de otorgar a Israel el estatus de observador es el segundo error grave cometido por la UA recientemente. La primera fue permitir que Marruecos volviera al redil antes de retirar sus fuerzas del Sahara Occidental ocupado.
Con la entidad sionista involucrada en la UA, podemos esperar que el continente se desestabilice aún más. África simplemente no puede permitirse ni permitir que eso ocurra. La UA debe, con carácter de urgencia, rescindir la decisión sobre el estatus de Israel a menos y hasta que cumpla con todas las resoluciones de la ONU relativas a su retirada de todos los territorios ocupados y facilite la independencia de Palestina. Si el Estado ocupante colonial se niega a hacerlo, las relaciones formales entre Tel Aviv y la Unión Africana deben quedar fuera de la agenda.
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