Un tribunal británico ha condenado al activista antiislámico y fundador de la English Defence League (Liga de Defensa Inglesa) a pagar 100.000 libras esterlinas (137.300 dólares) en concepto de daños y perjuicios por difamación al estudiante sirio Jamal Hijazi. El joven de 18 años ganó su caso contra Tommy Robinson tras una batalla judicial de dos años que podría llevar a la bancarrota al ultraderechista, cuyo verdadero nombre es Stephen Yaxley-Lennon. También ha sido condenado a pagar las costas judiciales, que según la BBC ascienden a unas 500.000 libras (686.507 dólares).
Hijazi, que entonces tenía 16 años, acusó a Robinson de difundir declaraciones falsas y difamatorias sobre él en una serie de publicaciones en Facebook, después de que el escolar fuera atacado con saña en la escuela por sus compañeros. Un video del ataque en el patio de su escuela británica en octubre de 2018 mostró que lo empujaron al suelo. Luego se vio a los estudiantes vertiendo agua en su cara en lo que parecía un intento de ahogarlo.
Poco después de que el ataque a Hijazi se hiciera viral, Robinson afirmó en dos vídeos de Facebook que el chico "no era inocente y que ataca violentamente a las jóvenes inglesas de su colegio". También afirmó que Hijazi había amenazado con apuñalar a otro chico de su escuela, acusaciones que fueron negadas por el refugiado sirio. Los vídeos han sido vistos por casi un millón de personas en las redes sociales.
"Como era totalmente previsible, el demandante se convirtió en el blanco de los abusos", dijo el juez en el tribunal, "lo que en última instancia llevó a él y a su familia a tener que dejar su casa, y al demandante a tener que abandonar su educación. El acusado es responsable de este daño, algunas de cuyas cicatrices, en particular el impacto en la educación del demandante, probablemente durarán muchos años, si no toda la vida."
Al desestimar la defensa de Robinson, el juez dijo que no se habían probado las "gravísimas" acusaciones hechas por el joven de 38 años, y que había utilizado un lenguaje "calculado para inflamar la situación".
"La contribución del acusado a este frenesí mediático fue un esfuerzo deliberado por presentar al demandante como, lejos de una víctima inocente, un agresor violento", concluyó el juez.
Además de los cuantiosos daños y las costas judiciales, Robinson se enfrenta a una orden judicial que le impedirá repetir las acusaciones. Tras el veredicto, confesó que está "en bancarrota". No está claro cómo podrá pagar los daños y perjuicios y las costas.
Cuando Robinson cumplió condena por desacato, un conocido grupo de reflexión conservador de línea dura y pro-israelí, el Middle East Forum (MEF), afirmó haber cubierto sus gastos legales y se atribuyó el mérito de financiar las protestas en su apoyo. La retórica antiislámica de Robinson y su fuerte apoyo a Israel le han convertido en una figura muy popular en la extrema derecha. No hay indicios de que el MEF vaya a acudir en su ayuda en esta ocasión.
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