El presidente de Túnez, Kais Saied, ha insistido en que no tiene intención de anular la Constitución y la legitimidad política del país. Su decisión de suspender el parlamento y destituir al primer ministro, dijo, es "temporal" y terminará "cuando termine el riesgo inminente que pone en peligro al país".
En noticias relacionadas, el movimiento Ennahda desmintió los rumores sobre la prohibición de viajar al presidente del Parlamento y jefe del partido, Rached Ghannouchi.
Durante una reunión en el Palacio de Cartago con responsables de las principales organizaciones nacionales para debatir la situación actual del país, Saied expresó su sorpresa ante las acusaciones de algunos partidos políticos de haber dado un golpe de Estado contra la Constitución.
"Un golpe de Estado es una violación de la legitimidad", explicó Saied. "El Estado sigue en pie y no hay forma de violar el principio de igualdad". Subrayó que había llamado a Ghannouchi y le había comunicado su intención de activar el artículo 80 de la Constitución, que otorga al presidente de la República el derecho a actuar cuando un "peligro inminente" amenace a Túnez.
El presidente instó a los partidos que consideran su decisión como un golpe de Estado a "revisar" sus lecciones de derecho. "Cada día registramos cientos de muertes [de Covid-19]. ¿No es la muerte [a tal escala] un peligro inminente?" Hizo un llamamiento a los tunecinos para que "no se dejen arrastrar por el caos y los enfrentamientos en las calles" porque "hay partidos que quieren atizar los disturbios y provocar un derramamiento de sangre."
En respuesta a los rumores sobre la prohibición de viajar a los empresarios, el presidente Saied aseguró que no tiene ningún problema específico con ellos, sino con los corruptos que han saqueado la riqueza del país. Subrayó que no dudará en aplicar la ley contra todos los infractores.
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Los ministros de Defensa y Justicia también han sido destituidos, mientras Saied asume el poder ejecutivo para nombrar un nuevo primer ministro, levantar la inmunidad de los miembros del Parlamento y dirigir la investigación de las acusaciones de corrupción contra funcionarios. Lo justificó diciendo que muchos servicios públicos están colapsados y que algunos partidos están pagando la violencia en ciertos barrios.
El lunes por la noche, la presidencia tunecina publicó en Facebook que el presidente había emitido una orden para impedir la circulación de personas y vehículos desde las 7 de la tarde hasta las 6 de la mañana todos los días, desde el martes 27 de julio hasta el viernes 27 de agosto. Quedan exentos los desplazamientos por necesidades básicas y cuestiones médicas urgentes, así como los trabajadores del turno de noche. También se han prohibido las reuniones de más de tres personas en público.
Ninguna de estas órdenes afecta a los agentes de las fuerzas de seguridad interna, al personal militar, a los funcionarios de aduanas, a los empleados de la sanidad pública y a los trabajadores de los centros de educación, formación y enseñanza superior. Todos ellos están sujetos a disposiciones especiales.