Un acuerdo histórico entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, que podría transformar el transporte de petróleo en Oriente Medio, ha sufrido un importante revés, lo que ha retrasado los esfuerzos por estrechar los lazos económicos entre Abu Dhabi y Tel Aviv. Una empresa conjunta para reactivar el oleoducto secreto de Eilat a Ashkelon debía marcar un hito en la normalización entre los dos países, pero el Ministerio de Protección Ambiental de Israel ha pedido que se congele cualquier desarrollo posterior.
Construido por Israel e Irán en la década de 1960, el oleoducto de 158 millas conectaba los mares Mediterráneo y Rojo, ofreciendo una alternativa al Canal de Suez y amenazando así a Egipto. El Cairo genera unos 6.000 millones de dólares de ingresos al año gracias al canal, que acaba de ser ampliado por el presidente Abdel Fattah Al-Sisi con un coste de 8.000 millones de dólares. Sin embargo, la revolución iraní de 1979 paralizó el proyecto del oleoducto.
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Además, los ecologistas israelíes han señalado que el oleoducto tendrá un impacto negativo en los corales del Mar Rojo frente a la costa de Eilat. Se dice que han impugnado el plan en los tribunales, citando los riesgos de una fuga o derrame de petróleo devastador si decenas de millones de toneladas de crudo se envían a través de Israel cada año.
Se espera que el primer ministro israelí de extrema derecha, Naftali Bennett, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, celebren en las próximas semanas una reunión con asesores para examinar el impacto del oleoducto en los arrecifes del Mar Rojo, el desierto del Néguev y la costa mediterránea.
A pesar del retraso, nada indica que el acuerdo entre EAU e Israel para reactivar el oleoducto vaya a descarrilar por completo. Una vez operativo, transformará el transporte de petróleo en la región.
Los gigantescos superpetroleros, por ejemplo, no caben por el Canal de Suez, que se ha convertido en un importante cuello de botella para el transporte marítimo. Los productores de petróleo, como Azerbaiyán y Kazajstán, podrán descargar en Ashkelon, desde donde el petróleo será bombeado a Eilat antes de ser cargado en petroleros con destino a China, Corea del Sur y otros lugares de Asia.