Libia volverá a la "casilla de salida" y a la agitación de 2011 si se retrasan las elecciones nacionales previstas para diciembre, ha dicho el presidente del Parlamento, y es probable que se establezca un nuevo gobierno rival en el este, informa Reuters.
Las elecciones se consideran en Occidente como un paso fundamental en los esfuerzos por llevar la estabilidad a Libia, sumida en el caos desde el levantamiento de 2011 contra Muamar Gadafi, respaldado por la OTAN.
Libia, un importante productor de petróleo y gas, se dividió en 2014 entre un gobierno reconocido internacionalmente en el oeste y una administración rival en el este que estableció sus propias instituciones.
Un proceso de paz liderado por la ONU condujo a un alto el fuego el año pasado tras los enfrentamientos entre las facciones rivales, y en febrero se formó un gobierno de unidad que fue aprobado por el Parlamento en marzo.
Aguila Saleh, presidente de la Cámara de Representantes, dijo que no quería ver más división.
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"Si las elecciones se retrasan, volveremos al punto de partida", dijo Saleh a Reuters en su oficina de la ciudad oriental de Qubah, advirtiendo que podría surgir un nuevo gobierno paralelo en el este.
El objetivo del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) era garantizar los servicios públicos y llevar al país a las elecciones generales del 24 de diciembre.
El proceso de paz también condujo a una tregua en septiembre tras el colapso de una ofensiva de 14 meses del Ejército Nacional Libio de Khalifa Haftar. La tregua exigía la salida de todas las fuerzas extranjeras y los mercenarios.
"El presidente sigue siendo quien decide la cuestión de las fuerzas extranjeras y los mercenarios en el país", dijo Saleh, añadiendo que había dificultades para unificar el ejército debido a la interferencia exterior.Un alto funcionario del Departamento de Estado estadounidense declaró el mes pasado que Turquía y Rusia, que apoyaban a bandos opuestos en Libia, habían llegado a un acuerdo inicial para trabajar con el objetivo de retirar a 300 mercenarios sirios de cada lado del conflicto.
Saleh afirmó que el GNU no había logrado unificar las instituciones de Libia y se había convertido en un "gobierno de Trípoli", exigiendo que se hiciera cargo de las obligaciones de los dos gobiernos disueltos.
Este mes, las conversaciones patrocinadas por la ONU para allanar el camino a las elecciones no lograron encontrar un terreno común.
Pero Saleh dijo que no era necesario que los 75 miembros del comité se reunieran.
"Tenemos una declaración constitucional", dijo. "No necesitamos dar vueltas y perder el tiempo. No hay que negociar".
Saleh también dijo que el presupuesto de 100.000 millones de dinares (22.150 millones de dólares) propuesto por el gobierno era demasiado grande y que esperaba que se aprobara una cifra de hasta 80.000 millones de dinares.