Arabia Saudí declaró ayer que confía en los dirigentes tunecinos para superar las circunstancias actuales, al tiempo que instó a la comunidad internacional a apoyar a Túnez.
En su segunda declaración sobre el tema en otros tantos días, el Ministerio de Asuntos Exteriores dijo: "El gobierno está siguiendo el curso de la situación actual en Túnez".
"El gobierno reitera su confianza en los dirigentes tunecinos para que superen estas circunstancias y logren una vida decente y prosperidad para el hermano pueblo tunecino", añadió.
El gobierno saudí hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye a Túnez en este delicado periodo para hacer frente a los difíciles retos sanitarios y económicos.
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El lunes, el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Faisal Bin Farhan, afirmó en un comunicado que su país está "deseoso de preservar la estabilidad y la seguridad de Túnez, y apoya todos los aspectos que ayuden a este país a conseguirlo".
El domingo por la noche, el presidente tunecino Kais Saied hizo uso del artículo 80 de la Constitución para destituir al primer ministro Hicham Mechichi, congelar el Parlamento durante 30 días, levantar la inmunidad de los ministros y nombrarse a sí mismo jefe del poder ejecutivo hasta la formación de un nuevo gobierno.
El presidente del Parlamento y líder del movimiento Ennahda, Rached Ghannouchi, condenó la medida como un "golpe de Estado".
Esto se produce después de que estallaran violentas protestas en varias ciudades de Túnez criticando la gestión del gobierno en materia de economía y el coronavirus. Los manifestantes habían pedido la disolución del Parlamento.
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