Human Rights Watch (HRW) acusó ayer a Israel de llevar a cabo ataques contra los palestinos en Gaza "que violaron las leyes de la guerra y aparentemente equivalen a crímenes de guerra" durante su asalto de 11 días en mayo.
El mortífero bombardeo causó la muerte de 253 palestinos, entre ellos 66 niños, y obligó a decenas de miles a huir de sus hogares.
La organización internacional de derechos humanos emitió sus conclusiones tras investigar tres ataques aéreos israelíes que, según indicó, mataron a 62 civiles palestinos. También llevó a cabo entrevistas con familiares de los civiles asesinados, con residentes de las zonas atacadas y con personas que fueron testigos de los ataques israelíes.
"Las fuerzas israelíes realizaron ataques en Gaza en mayo que devastaron a familias enteras sin ningún objetivo militar aparente en las cercanías", dijo Gerry Simpson, director asociado de crisis y conflictos de HRW.
"La constante falta de voluntad de las autoridades israelíes para investigar seriamente los presuntos crímenes de guerra, así como los ataques con cohetes de las fuerzas palestinas hacia centros de población israelíes, subrayan la importancia de la investigación de la Corte Penal Internacional."
Omar Abu Al-Ouf, único superviviente de su familia tras el derrumbe del edificio de cuatro plantas en el que vivían a causa de los bombardeos israelíes, fue uno de los entrevistados. Su padre, Ayman, jefe de medicina interna del hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, su madre y sus dos hermanos murieron.
LEER: El nuevo gobierno de Israel sigue atacando la mezquita de Al-Aqsa
Omar detalló en la entrevista: "Todo ocurrió en unos cinco segundos. La casa se balanceó y pensé que se iba a derrumbar. Después del segundo, la casa empezó a temblar. Cogí la mano de mi hermana, tiré de ella hacia el pasillo y la abracé en un intento de protegerla".
Luego oí otra bomba y vi fuego fuera de la ventana, la pared del pasillo se derrumbó y de repente el suelo desapareció, y todo empezó a caer sobre nosotros. Entonces llegó la última bomba. Nos devastó.
"Mi hermana permaneció bajo mi brazo, respirando durante unos 15 minutos. Le pedí que dijera la shahada [declaración de fe islámica] y entonces se convirtió en una mártir. No sabía dónde estaba mi padre. Oí a mi madre decir la shahada y luego se quedó callada".
En su investigación, HRW llegó a la conclusión de que Israel había utilizado bombas de precisión GBU-31 de origen estadounidense y que no advirtió a los residentes para que evacuaran la zona con antelación. Asimismo, HRW no encontró pruebas de que hubiera objetivos militares en la zona.
"Un ataque que no está dirigido a un objetivo militar específico es ilegal", escribió.
HRW instó a Israel a "mejorar su cumplimiento de las leyes de guerra" y a investigar las denuncias anteriores. También pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue los ataques israelíes durante el asalto de mayo a Gaza.
"Estas investigaciones deben abordar también el contexto más amplio, incluido el aplastante cierre de Gaza por parte del gobierno israelí y sus crímenes de apartheid y persecución contra millones de palestinos", concluyó Simpson.