Las empresas armamentísticas europeas son "decisivas" en los desplazamientos masivos y en alimentar la crisis de los refugiados, según un informe del Transnational Institute (TNI).
El informe del TNI, Smoking Guns, reveló que las armas vendidas a países como Arabia Saudí y Estados Unidos acabaron en manos de Daesh, y señala estudios específicos en los que empresas armamentísticas europeas, como la británica BAE Systems, la italiana Leonardo y la franco-alemana Airbus, han incidido directamente en el desplazamiento masivo de personas en países como Siria, Libia, Yemen e Irak.
Se descubrió que armas fabricadas por Bulgaria, vendidas a Estados Unidos y Arabia Saudí, estaban en manos de combatientes del Daesh, tras el desastroso intento de Estados Unidos de armar y entrenar a 5.000 combatientes de la oposición para derrotar al Daesh.
Se descubrió que el programa de "500 millones de dólares", ya desaparecido, incumplía una cláusula de "usuario final" de un contrato, que impediría que las armas pasaran a otras entidades.
Smoking Guns también reveló la colaboración entre empresas armamentísticas turcas y la italiana Leonardo en la fabricación y venta de helicópteros T-129 ATAK, que se utilizaron ampliamente en la "Operación Rama de Olivo" en Afrin, desplazando a unas 5.000 personas.
El informe dice que la industria armamentística también se está beneficiando de la "militarización de las fronteras" para "contener a los migrantes y mantenerlos fuera".
"La UE reitera constantemente su compromiso con los principios de los derechos humanos y la defensa del Estado de derecho, pero en la práctica muchas de sus políticas y prácticas hacen todo lo contrario: contribuyen a apuntalar y mantener regímenes autoritarios, a facilitar los conflictos armados y a exacerbar el sufrimiento de poblaciones enteras", señala el informe.
Niamh Ni Bhriain, autora del informe, dijo: "Nadie debería poder beneficiarse de la miseria humana. Pero la industria armamentística ha creado un ciclo cerrado de sufrimiento; vendiendo armas y tecnologías que alimentan conflictos brutales en todo el mundo y vendiendo después más equipos a los gobiernos europeos para obligar a regresar a los refugiados que estos conflictos crean".
"Nuestro informe muestra cómo las afirmaciones del Reino Unido, la UE y sus aliados sobre la defensa de los derechos humanos suenan huecas ante la capacidad aparentemente incontrolada de su sector privado para exportar armas a los violadores de los derechos humanos."
"Si los gobiernos de los países poderosos quieren promover la seguridad real, deben examinar su papel en el mantenimiento de los conflictos que obligan a la gente a huir para buscar una vida segura. Europa debe actuar ahora para romper el ciclo de sufrimiento".
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