Israel va a aumentar en unos 16.000 el número de permisos de trabajo concedidos a los palestinos en la Cisjordania ocupada, en lo que parece ser un intento de estabilizar la AP y mantener la seguridad de Israel.
La Autoridad Palestina ha estado plagada de escándalos, falta de legitimidad, problemas económicos y la propagación de la pandemia del COVID-19, hasta el punto de que ha despertado la preocupación de Tel Aviv por su futuro.
Tras la advertencia del enviado estadounidense Hady Amr a principios de este mes de que la AP se enfrenta a una peligrosa crisis económica y política, Israel habría anunciado que intervendría para ayudar a la asediada autoridad a hacer frente a su crisis financiera.El funcionario estadounidense pidió a Israel que aliviara las restricciones impuestas a la AP, que incluyen la retención de millones de dólares en ingresos fiscales recaudados por el Estado de ocupación en nombre de la AP.
Aunque los palestinos tienen derecho al dinero de los impuestos, Israel utiliza su posición privilegiada para obtener concesiones políticas de la AP a través del acuerdo que muchos consideran una de las muchas reliquias extrañas del Proceso de Oslo.
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Alrededor de 87.000 palestinos trabajan legalmente en Israel, según las cifras oficiales, y otros 35.000 trabajan en asentamientos israelíes ilegales en Cisjordania. Su empleo suele ser en trabajos de bajo nivel. La gran mayoría trabaja en la agricultura y la construcción. La mayoría de los nuevos permisos -unos 15.000- se concederán específicamente para trabajadores de la construcción, según la propuesta. Otros 1.000 se concederán a palestinos que trabajen en hoteles de todo Israel.
Se espera que el gobierno israelí dirigido por el ultraderechista Naftali Bennett, que se opone a la creación de un Estado palestino, apruebe el plan la próxima semana. "Este paso es el primero de una serie de medidas que se están estudiando actualmente en las conversaciones entre funcionarios palestinos e israelíes con el fin de ayudar a apuntalar la fortaleza económica de la Autoridad Palestina", ha declarado el ministro israelí de Asuntos Regionales, Issawi Frej.
Destacando el resultado positivo de las decisiones para la seguridad israelí, el jefe del organismo militar israelí encargado de los asuntos civiles palestinos (COGAT), Ghassan Alian, dijo en un comunicado: "Esta medida fortalecerá las economías israelí y palestina, y contribuirá en gran medida a la estabilidad de la seguridad en la zona de Judea y Samaria [Cisjordania]. La estabilidad económica es la clave para preservar la seguridad en la región".
Tras el reciente bombardeo de Israel sobre Gaza, en el que murieron más de 250 personas, entre ellas mujeres y niños, los funcionarios israelíes han dicho en repetidas ocasiones que esperan fortalecer a la asediada AP.
"El cambio más deseable, en mi opinión, es fortalecer la Autoridad Palestina en la medida de lo posible, y no dejar que Hamás sea quien marque la agenda, ni en la zona de la Franja de Gaza ni en la propia Gaza", se informa que dijo el Ministro de Defensa Benny Gantz.
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