El presidente tunecino, Kais Saied, presidió ayer una reunión con militares y responsables de seguridad, días después de destituir al primer ministro y congelar el parlamento durante 30 días.
La presidencia dijo en un breve comunicado que "el presidente de la República, Kais Saied, comandante supremo de las Fuerzas Armadas, preside el miércoles, en el Palacio de Cartago, una reunión con los miembros del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y altos responsables de seguridad".
Tras una reunión de urgencia con militares y responsables de seguridad celebrada el domingo por la noche, Saied anunció la destitución del primer ministro Hichem Mechichi, con la condición de que él mismo asuma el poder ejecutivo con la ayuda de un gobierno encabezado por un primer ministro de su elección.
El presidente también decidió congelar los poderes del parlamento por un periodo de 30 días y levantar la inmunidad de los miembros del parlamento (MP), también anunció que presidirá la Fiscalía.
Las medidas de Saied coinciden con el estallido de protestas populares en varias provincias del país, en las que los manifestantes exigen la salida de todo el sistema gobernante, al tiempo que acusan a la oposición de no desempeñar su papel en medio de la actual crisis política, económica y sanitaria.
El presidente dijo que había tomado las medidas para "salvar al Estado tunecino", pero la mayoría de los partidos políticos lo rechazaron, y algunos lo consideraron un "golpe contra la Constitución".
Reuters informó ayer de que la justicia tunecina está investigando a tres partidos sospechosos de haber recibido fondos extranjeros durante la campaña electoral de 2019. La investigación se inició más de una semana antes de que Saied anunciara su decisión, dijo.