Una líder de la oposición turca ha ofrecido a Austria 3.000 millones de euros (3.560 millones de dólares) para que acoja a todos los refugiados afganos que residen en Turquía, en reacción a la sugerencia del primer ministro austriaco de la semana pasada de que Turquía debería mantener a todos los refugiados dentro de sus fronteras.
El presidente del Partido del Bien (IYI) de Turquía, Meral Aksener, condenó el martes los comentarios de Sebastian Kurz por considerarlos inapropiados: "este primer ministro austriaco sin tacto dijo que todos los afganos deberían quedarse en Turquía y que podría pagarnos".
"Le digo al llamado primer ministro austriaco que le daremos 3.000 millones de euros para que pueda acoger a todos los refugiados". Se dice que su respuesta al primer ministro austriaco se refiere a la promesa de la Unión Europea de aportar 3.000 millones de euros para ayudar a Turquía a acoger a los refugiados el mes pasado.
Seis años después de que la UE llegara a un acuerdo con Turquía para proporcionar fondos para ayudar a Ankara a apoyar y tratar a los refugiados de Siria y otros lugares a cambio de mantenerlos fuera de la Europa continental, gran parte de la oposición turca se ha frustrado con la situación, calificando los fondos como "dinero para callar".
A principios de este mes, cientos de migrantes y refugiados afganos fueron vistos entrando en Turquía desde Irán, con el objetivo de huir del conflicto en Afganistán y de la intensa ofensiva talibán sobre las zonas bajo control del gobierno en Kabul.
Tras esa afluencia, funcionarios turcos habrían confirmado que casi 1.500 inmigrantes afganos han sido detenidos tras entrar ilegalmente en el país. Ante la previsión de una mayor afluencia, ya que los talibanes siguen ganando terreno, Turquía reforzó sus defensas fronterizas, cavando trincheras y extendiendo un muro de hormigón a lo largo de su frontera con Irán.
El Ministerio de Asuntos Exteriores turco también contraatacó a los comentarios de Kurz a principios de esta semana, declarando que "Turquía no asumirá una crisis migratoria masiva que surja de la región y no soportará una nueva ola migratoria". Y añadió: "Al tiempo que transmitimos nuestro enfoque a nuestros interlocutores en todas las ocasiones y niveles, reiteramos que Turquía no será el guardián de la frontera ni el campo de refugiados de la Unión Europea."
No es la primera vez que la oposición turca expresa abiertamente su descontento con la política del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (Partido AK) de acoger a más de tres millones y medio de refugiados, y el principal líder de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, anunció la semana pasada que deportaría a todos los refugiados sirios del país a su país de origen y restablecería los lazos con el régimen de Bashar Al-Assad.