El presidente tunecino, Kais Saied, destituyó a dos ministros del anterior gabinete.
Según un comunicado presidencial, el antiguo ministro de Economía, Finanzas y Apoyo a la Inversión, Ali Kooli, fue destituido de su cargo y Sihem Boughdiri Nemissa fue nombrado su sucesor.
Saied también destituyó a Mohamed Fadhel Kraiem, ministro de Tecnologías de la Comunicación y ministro de Agricultura en funciones, y nombró a Nizar Ben Neji como su sucesor.
La medida se produce poco más de una semana después de que Saied destituyera al primer ministro Hicham Mechichi y suspendiera las actividades del Parlamento. Un día después destituyó a varios ex ministros, entre ellos el de Defensa, Ibrahim Al-Bartajy, y el de Justicia en funciones, Hasna Ben Slimane.
Saied dijo que las medidas excepcionales se basaban en el "artículo 80 de la Constitución tunecina", y añadió que esperaba salvar a Túnez tras las recientes protestas populares que habían estallado como consecuencia de la actual crisis política, económica y sanitaria que ha sacudido al país.
La medida fue calificada de "golpe de Estado" por varios diputados.
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