Cincuenta y seis personas resultaron heridas ayer por la tarde durante los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad libanesas y los manifestantes que se reunieron para conmemorar el primer aniversario de la explosión del puerto de Beirut, que mató a más de 200 personas el año pasado.
Testigos presenciales dijeron a Anadolu que los familiares de las víctimas y los manifestantes se reunieron en una zona cercana al lugar de la explosión, y levantaron fotos de sus seres queridos y pidieron que se levantara la inmunidad a los responsables de la devastadora explosión.
Mientras tanto, los manifestantes en el centro de Beirut lanzaron piedras contra las fuerzas policiales antidisturbios, que a su vez dispararon botes de gas lacrimógeno y balas de goma en un intento de dispersarlos.
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La televisión libanesa Al-Jadeed informó de que los manifestantes intentaron irrumpir en el edificio del Parlamento, la compañía eléctrica y otro edificio que albergaba el Ministerio de Economía y Comercio.
La Cruz Roja libanesa dijo en Twitter que 11 heridos habían sido trasladados a hospitales, mientras que 45 personas heridas fueron atendidas en el lugar.
Mientras tanto, Naciones Unidas instó a las fuerzas de seguridad libanesas a "ejercer la moderación y permitir que la gente se manifieste y se exprese pacíficamente".
Al comentar la dispersión de los manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad libanesas, el portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, afirmó que "nos preocupa la fuerza que a veces vemos, y que vimos durante el año pasado, contra manifestantes pacíficos".