La oposición siria en la provincia meridional de Daraa ha pedido a Turquía que actúe como garante y protector, mientras el régimen de Bashar Al-Assad continúa su asalto a la zona.
Según el periódico turco Daily Sabah, el portavoz de la oposición de Daraa, Muneef Al-Zaim, criticó a los aliados del régimen, Irán y Rusia, por dejar de actuar como garantes y mediadores viables entre Al-Assad y el comité local, y pidió a Turquía que sustituya a esas potencias en la zona.
Al-Zaim comparó Daraa con las zonas del norte del país controladas por la oposición en las que están presentes las fuerzas turcas, diciendo: "De forma similar a Idlib, Afrin y las zonas de la Operación Escudo del Éufrates y Primavera de la Paz, queremos que los soldados turcos vengan aquí y actúen como garantes".
Explicó que en los barrios de Al-Balad y Salamain, en Daraa, "dijimos a las fuerzas del régimen de Assad que no podemos entregarles una lista con 300 personas, y empezaron a bombardear la zona, que tiene más de 350 unidades residenciales, como han estado haciendo en los últimos 10 años."
Desde que Al-Assad reconquistó Daraa en 2018, Rusia ha actuado como mediador entre el régimen y la oposición, logrando un acuerdo que ofrecía amnistía a los antiguos miembros de la oposición y poniendo en marcha un proceso de reconciliación. Pero después de tres años de violar continuamente ese acuerdo torturando hasta la muerte a al menos 98 excombatientes de la oposición en la provincia y desapareciendo a muchos más, Al-Assad se ha vuelto contra la provincia.
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Las tensiones se agravaron especialmente por el hecho de que Daraa, que fue la cuna de la revolución siria en 2011, ha seguido resistiendo al control militar total de la provincia por parte del régimen y los antiguos miembros de la oposición -en línea con el acuerdo- se negaron a renunciar a su derecho a las armas ligeras. En mayo, los residentes de la provincia también se negaron a votar en las elecciones presidenciales, que fueron calificadas de "fraudulentas", y protestaron en varias zonas de la provincia.
La Cuarta División del régimen sirio lleva más de un mes sitiando el distrito de Daraa Al-Balad e imponiendo un bloqueo. A pesar de que se llegó a un nuevo acuerdo entre el Comité Central de Daraa y los oficiales del régimen, las negociaciones se rompieron el mes pasado y las fuerzas del régimen lanzaron una ofensiva total.
Las milicias locales de la oposición han vuelto a formarse en Daraa para resistir a las fuerzas de Al-Assad, y la semana pasada lograron rápidos avances al capturar múltiples puestos de control y armamento pesado. Sin embargo, el bombardeo de la zona no ha hecho más que aumentar, lo que hace temer por la situación humanitaria en la provincia.
Al-Zaim, cuya esposa e hija llevan al parecer ocho años detenidas en la vasta red de prisiones de Assad y cuyos dos hijos luchan en Daraa e Idlib, dijo que la "insistencia del régimen en Al-Balad se debe a que quieren hacernos sentir que todo ha terminado y vengarse de sus pérdidas... No nos rendiremos sin importar el precio que paguemos por ello".