Dentro de unas semanas, Marruecos celebrará elecciones legislativas para decidir quién dirigirá el gobierno durante los próximos cinco años, en medio de las expectativas de una feroz competencia entre los partidos políticos del país. Se espera que el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), que encabeza la coalición gubernamental, obtenga un tercer mandato.
Los partidos políticos marroquíes competirán por los votos de más de 15.746.000 votantes registrados, ya que ningún partido tiene intención de boicotear las elecciones previstas para el 8 de septiembre, que se celebrarán teniendo en cuenta las repercusiones del brote de coronavirus.
Por primera vez en la historia de Marruecos, el PJD encabeza la coalición de gobierno para un segundo mandato, tras ganar las elecciones de 2011 y 2016.
El PJD, que obtuvo 125 de los 395 escaños en las últimas elecciones parlamentarias del país, eligió el lema "Credibilidad, Democracia, Desarrollo" para su actual campaña electoral, al tiempo que afirmó que su plataforma "tiene como objetivo refrendar el sistema de gobernanza y perseguir las reformas estructurales relacionadas."
El secretario general del PJD, Saadeddine Othmani, que también es jefe de gobierno, ha afirmado en declaraciones a la prensa que "el partido ha conseguido acumular importantes éxitos en la participación política, ya que ha restaurado la confianza, la integridad y la seguridad en el trabajo político".
Por su parte, el Partido de la Autenticidad y la Modernidad (PAM), que es el mayor partido de la oposición de derechas, se prepara para concurrir a las elecciones y aspira a liderarlas.
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El secretario general del PAM, Abdellatif Wehbe, anunció que su partido tiene grandes posibilidades de ganar, al tiempo que subrayó "la posibilidad de alcanzar esta ambición mediante un trabajo duro y una comunicación eficaz con el pueblo marroquí".
El PAM quedó en segundo lugar en las elecciones legislativas de 2016, tras conseguir 102 escaños en el Parlamento.
De cara a las elecciones, el Partido de la Independencia de izquierdas ha experimentado un dinamismo sin precedentes en las filas del partido, tras la dimisión del anterior secretario general, Hamid Chabat.
Algunos han vinculado la dimisión de Chabat a rencillas internas, después de que su actual secretario general, Nizar Baraka, se negara a recomendar a su predecesor que se presentara a las elecciones locales en el distrito de Fez.
El partido, que pasó a la oposición a mitad del mandato del anterior gobierno (2011-2016), aspira a conseguir un gran número de votos.
En declaraciones anteriores a los medios de comunicación, Baraka dijo que Marruecos necesita un gobierno que goce de credibilidad y apoyo popular gracias a la fuerte implicación de los ciudadanos en las próximas elecciones, al tiempo que llamó a los marroquíes a acudir a votar.
La Agrupación Nacional de Independientes (RNI), de centro-derecha, que forma parte de la coalición gubernamental, ha revelado su voluntad de participar en las elecciones legislativas.
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El RNI's, fundado hace 42 años, pretende liderar el próximo gobierno con el apoyo de los empresarios. Se describe como "cercano al palacio del rey".
"La Agrupación Nacional de Independientes ha presentado ministros que han logrado excelentes resultados en todos los sectores productivos", dijo el líder del partido, Aziz Akhannouch, en un acto del mismo.
Akhannouch añadió que su partido se centra en proyectos que permitirían a los sectores agrícola, comercial, industrial, turístico y pesquero alcanzar una prosperidad sin precedentes.
El RNI quedó en cuarto lugar en las elecciones legislativas de 2016, con 37 escaños.
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