El Presidente de Túnez, Kais Saied, afirmó ayer que "limpiará" el panorama político por medios legales.
En su intervención en el Comité Nacional para la Resiliencia ante las Catástrofes, en el Palacio de Cartago, Saied dijo: "Algunas catástrofes son naturales, como las inundaciones, los incendios y las enfermedades, como la pandemia de coronavirus, y otras catástrofes son provocadas por el hombre, e incluso constituyen un delito".
"Algunos quieren quemar bosques y campos, y nuestras fuerzas armadas, militares y de seguridad se enfrentarán a ellos porque pretenden perjudicar al pueblo".
Desde hace días, Túnez es testigo de incendios forestales, especialmente en las gobernaciones de Bizerte, Jendouba y Kasserine, que destruyeron cientos de hectáreas de pinos y robles.
Saied subrayó que "el pueblo tunecino quiere limpiar el país de toda la suciedad acumulada durante décadas, con el fin de depurar las aguas residuales".
El 25 de julio, el presidente tunecino, Kais Saied, se acogió al artículo 80 de la Constitución para destituir al primer ministro, Hicham Mechichi, congelar el trabajo del parlamento durante 30 días, levantar la inmunidad de los ministros y nombrarse a sí mismo jefe del poder ejecutivo hasta la formación de un nuevo gobierno.
Esto se produce después de que estallaran violentas protestas en varias ciudades de Túnez criticando la gestión del gobierno en materia de economía y el coronavirus. Los manifestantes habían pedido la disolución del Parlamento.
La mayoría de los partidos políticos del país tacharon la medida de "golpe contra la Constitución" y los logros de la revolución de 2011.
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