El partido Corriente Democrática de Túnez condenó ayer la reciente decisión del gobierno de prohibir viajar al diputado del partido, Anwar Al Chahed.
En un comunicado oficial, el partido describió la decisión como una "medida arbitraria que no se llevó a cabo ni con un veredicto judicial o administrativo ni con una consulta al Ministerio del Interior".
El partido pidió que se respetara "la independencia del poder judicial y de las leyes para que las medidas excepcionales anunciadas el 25 de julio no se conviertan en un sistema que se desvíe de la Constitución".
"Corriente Democrática se adhiere continuamente a los derechos constitucionales, incluido el derecho de los ciudadanos a circular libremente", dijo el partido en Facebook, denunciando lo que describió como "la focalización de ciertos grupos y profesiones mientras se distorsionan y niegan los derechos constitucionales de los ciudadanos tunecinos."
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La declaración es vista por los políticos como una "ruptura inminente" entre el partido y el presidente Kais Saied, al que siempre ha apoyado.
El 25 de julio, Saied se acogió el artículo 80 de la Constitución para destituir al primer ministro Hicham Mechichi, congelar el trabajo del parlamento durante 30 días, levantar la inmunidad de los ministros y nombrarse a sí mismo jefe del poder ejecutivo hasta la formación de un nuevo gobierno.
Esto se produce después de que estallaran violentas protestas en varias ciudades de Túnez criticando la gestión del gobierno en materia de economía y el coronavirus. Los manifestantes habían pedido la disolución del Parlamento.
La mayoría de los partidos políticos del país tacharon la medida de "golpe contra la Constitución" y los logros de la revolución de 2011.