Irán ha acelerado su enriquecimiento de uranio hasta casi alcanzar el grado de armamento, según un informe de la ONU visto por Reuters, una medida que eleva las tensiones con Occidente mientras ambas partes tratan de reanudar las conversaciones sobre la reactivación del acuerdo nuclear de Teherán, informó Reuters.
En abril, Irán aumentó la pureza del uranio que refina hasta el 60% de pureza fisible, frente al 20% que tenía en abril, en respuesta a una explosión y un corte de energía en su planta de Natanz que dañó la producción de la principal planta de enriquecimiento subterránea.
Irán ha culpado del ataque a Israel. El grado de armamento se sitúa en torno al 90% de pureza.
En mayo, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó de que Irán utilizaba una cascada, o grupo, de centrifugadoras avanzadas para enriquecer hasta el 60% en su planta piloto de enriquecimiento en la superficie de Natanz. El OIEA informó el martes a los Estados miembros de que Irán estaba utilizando ahora también una segunda cascada para ese fin.
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Donde antes Irán utilizaba 164 centrifugadoras IR-6 para enriquecer hasta el 60%, ahora utilizaba esa cascada y otra de 153 máquinas IR-4 para ese trabajo, según el informe del OIEA.
Este movimiento es el último de los muchos realizados por Irán para incumplir las restricciones impuestas por el acuerdo nuclear de 2015, que limitó la pureza a la que Teherán puede refinar el uranio al 3,67%. Estados Unidos y sus aliados europeos han advertido que estos movimientos amenazan las conversaciones sobre la reactivación del acuerdo, que actualmente están suspendidas.
El lunes, el OIEA dijo que Irán había avanzado en sus trabajos con uranio metálico enriquecido, a pesar de las objeciones de las potencias occidentales de que no hay un uso civil creíble para esos trabajos. El uranio metálico puede utilizarse para fabricar el núcleo de una bomba nuclear, pero Irán afirma que sus objetivos son pacíficos y que está desarrollando combustible para reactores.