El presidente tunecino, Kais Saied, nombró ayer a Sami Al-Hichri como director general de la Seguridad Nacional y a Shukri Riahi como comandante de la Guardia Nacional, en el marco de los cambios que ha realizado en la dirección.
Los nombramientos se anunciaron en un breve comunicado emitido por la Presidencia de la República, después de que Saied recibiera ayer por la tarde en el Palacio de Cartago a Reda Gharselawi, encargado de dirigir el Ministerio del Interior, según la agencia oficial de noticias TAP.
El martes, Saied dijo que todos los que piensan que "habrá una regresión o un diálogo son unos ilusos", tras sus recientes decisiones de derrocar al gobierno y al Parlamento elegido.
Saied añadió: "Quien imagine que voy a retroceder, que se vaya con su hoja de ruta y el diálogo que cree que puede mantener".
"Pronto se formará un gobierno según un planteamiento que pretendemos que sea la expresión de la voluntad del pueblo tunecino, el camino que el pueblo tunecino ha tomado".
OPINIÓN: El presidente de Túnez es en gran parte responsable del desastre que intenta arreglar
"Los traidores están poniendo a la opinión pública en contra de Túnez, y afirman que una dictadura gobierna Túnez", advirtió. "Si hubiera una dictadura, se habrían tomado otras medidas. ¿Habéis visto cómo se levanta la horca o cómo se mata a la gente a tiros?".
El 25 de julio, el presidente tunecino Kais Saied invocó el artículo 80 de la Constitución para destituir al primer ministro Hicham Mechichi, congelar el trabajo del Parlamento durante 30 días, levantar la inmunidad de los ministros y nombrarse a sí mismo jefe del poder ejecutivo hasta la formación de un nuevo gobierno.
Esto se produce después de que estallaran violentas protestas en varias ciudades de Túnez criticando la gestión del gobierno en materia de economía y el coronavirus. Los manifestantes habían pedido la disolución del Parlamento.
La mayoría de los partidos políticos del país tacharon la medida de "golpe contra la Constitución" y los logros de la revolución de 2011.