Cuando hace calor en el exterior, nadie quiere pasar calor mientras trabaja en los fogones. Yo personalmente quiero cocinar lo menos posible y opto por ensaladas y postres frescos y refrescantes. La tarta de queso al azafrán es ideal para cualquier día en el que quieras darte un capricho pero con el mínimo esfuerzo. Esta tarta de queso cremosa, tipo mousse y sin hornear, es perfecta para satisfacer a los golosos sin tener que encender el horno.
El azafrán es uno de esos ingredientes exóticos que se utilizan en todo Oriente Medio, pero que muchos fuera de él asocian con platos salados, como el saleeg o los arroces persas. Proviene de la flor del azafrán y tiene un sabor floral y terroso, por lo que tiene sentido que muchos postres de Oriente Medio utilicen azafrán, como el qirs agaili, el helado de kulfi y muchos otros. Si tienes un poco de azafrán en tu armario de especias y no sabes qué hacer con él, esta es una forma deliciosa y rápida de utilizarlo.
La mayoría de estos ingredientes son fáciles de encontrar y suelen estar disponibles en casa, pero en el caso del azafrán, hay que asegurarse de que es de buena calidad, ya que de lo contrario puede resultar amargo o insípido. Infusionar el azafrán es súper fácil, sólo tienes que calentarlo con un poco de la nata espesa y dejarlo enfriar y tendrás una base de gran sabor para tu capa de crema. Siempre puedes usar un poco más o menos dependiendo de tu gusto personal. Machacar ligeramente el azafrán ayudará a liberar sus sabores. La otra mitad de la nata espesa debe permanecer en el frigorífico hasta que esté lista para ser utilizada porque la nata fría se monta muy bien.
A mí me gusta servir este postre en tazas, para que cada uno tenga su propia porción, pero no dudes en hacerlo en un molde desmontable. Una vez que esté listo para servirlo, decóralo con algunos pistachos triturados para añadir una textura y un sabor encantadores. El sabor terroso del azafrán junto con el aromático cardamomo y el sedoso queso crema serán el bocado perfecto. Disfrútalo en un caluroso día de verano y prepárate para enamorarte.
Ingredientes
Base
200 g de galletas digestive, trituradas
2-3 cucharaditas de cardamomo molido
100 g de mantequilla derretida
Capa de queso
7-10 hebras de azafrán, trituradas
260 ml de nata espesa, separada por la mitad
300 g de queso crema, a temperatura ambiente
1,5 cucharaditas de zumo de limón
3-4 cucharadas de azúcar glas, al gusto
Pistachos triturados para decorar
Instrucciones
- En un cazo pequeño, poner la mitad de la nata espesa (130 ml) junto con el azafrán, dejar la otra mitad en la nevera hasta que se vaya a utilizar. Poner el cazo a fuego lento durante unos minutos, hasta que la nata empiece a burbujear.
- Retirar del fuego y reservar para que se infusione y se enfríe en la nevera. Para hacer la base, mezclar las galletas digestivas con el cardamomo y la mantequilla. Colocarlas en tazas de postre o en un pequeño molde redondo para tartas. Reservar.
- Para hacer la capa de queso, coloque el queso crema, el zumo de limón y el azúcar glas en una batidora de pie, o utilice una batidora de mano o un batidor, y bata la mezcla de queso crema hasta que esté ligera y esponjosa, unos 2 minutos.
- Añada la nata infusionada con azafrán y bata a velocidad media. Añada poco a poco el resto de la nata espesa y bata. Pruebe el nivel de azúcar y una vez que esté satisfecho con él, bata a velocidad media hasta que esté ligero y esponjoso. Asegúrese de no mezclar demasiado o se separará.
- Vierta la mezcla de crema sobre la base de galletas y refrigere durante 2-3 horas.
- Decorar con pistachos antes de servir y disfrutar.