El presidente tunecino Kais Saied subrayó ayer que "no hay vuelta atrás", en referencia a las medidas excepcionales que adoptó hace casi un mes.
En un comunicado, la Presidencia tunecina afirmó que "se han tomado medidas excepcionales para evitar que el Estado tunecino se derrumbe ante la crisis sin precedentes y para poner fin a las decisiones que han aumentado la miseria y la pobreza del pueblo y han robado su fuerza y sus recursos".
"No hay vuelta atrás", añadió.
El 25 de julio, Saied se acogió al artículo 80 de la Constitución para destituir al primer ministro Hicham Mechichi, congelar el trabajo del Parlamento durante 30 días, levantar la inmunidad de los ministros y nombrarse a sí mismo jefe del poder ejecutivo hasta la formación de un nuevo gobierno.
Esto se produce después de que estallaran violentas protestas en varias ciudades de Túnez criticando la gestión del gobierno en materia de economía y el coronavirus. Los manifestantes habían pedido la disolución del Parlamento.
La mayoría de los partidos políticos del país tacharon la medida de "golpe contra la Constitución" y los logros de la revolución de 2011.
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