El presidente tunecino, Kais Saied, recibió ayer a una delegación saudí encabezada por el ministro de Estado saudí para Asuntos Africanos, Ahmed Qattan, según informó la presidencia en un comunicado.
Durante el encuentro, Saied reiteró su agradecimiento a Arabia Saudí por la ayuda que ofrece a Túnez en el ámbito político, económico y sanitario.
El rey saudí ordenó recientemente al Centro de Ayuda Humanitaria y Socorro Rey Salman (KSrelief) que suministrara urgentemente oxígeno y otros suministros médicos para ayudar a Túnez a luchar contra el COVID-19.
La ayuda incluía 3.000 bombonas de oxígeno, generadores de oxígeno para cinco hospitales tunecinos, contenedores para transportar 200 toneladas de oxígeno líquido y suministros especiales de apoyo al oxígeno.
A su vez, el ministro saudí afirmó: "la voluntad del Reino de seguir al lado de Túnez y de proporcionar todo el apoyo necesario al pueblo tunecino en todos los ámbitos".
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El presidente tunecino subrayó también que "no hay lugar para el retroceso", en relación con las medidas excepcionales que adoptó el mes pasado, afirmando que "tienen como objetivo proteger al Estado tunecino del colapso ante la crisis sin precedentes a la que se enfrenta el país y poner fin a las opciones que habían aumentado la miseria y la pobreza del pueblo y lo habían privado de sus fuerzas y recursos".
El 25 de julio, el presidente tunecino Kais Saied se acogió al artículo 80 de la Constitución para destituir al primer ministro Hicham Mechichi, congelar el trabajo del Parlamento durante 30 días, levantar la inmunidad de los ministros y nombrarse a sí mismo jefe del poder ejecutivo hasta la formación de un nuevo gobierno.
Esto se produce después de que estallaran violentas protestas en varias ciudades de Túnez criticando la gestión del gobierno en materia de economía y el coronavirus. Los manifestantes habían pedido la disolución del Parlamento.
La mayoría de los partidos políticos del país tacharon la medida de "golpe contra la Constitución" y los logros de la revolución de 2011.