El presidente tunecino, Kais Saied, ha declarado que el actual parlamento supone un peligro para el Estado debido al "control de los grupos de presión". Acusó a los grupos de presión del país de querer "matar de hambre" al pueblo tunecino.
Said hizo sus comentarios durante su reunión del martes con el ministro de Comercio, Mohamed Boussaid. Trató de justificar su decisión de prorrogar las medidas excepcionales anunciadas hace un mes.
"Las instituciones políticas representan un grave peligro para el Estado", afirmó. "El propio Parlamento representa un peligro para el Estado, sobre todo a la luz de las transacciones y tratos que tuvieron lugar en su seno para aprobar leyes a favor de los lobbies. Se pondrá fin a estas prácticas".
El presidente también acusó a algunos lobbies de "cometer el delito de matar de hambre al pueblo tunecino y atentar contra su dignidad. Todos deben estar a la altura de los desafíos de esta etapa, ya que hay que contrarrestar las políticas monopolísticas, la especulación y los intentos de controlar los precios de los bienes y productos básicos".
Saied anunció el martes la prórroga de la suspensión del Parlamento "hasta nuevo aviso", lo que provocó la preocupación en el país y en el extranjero.
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