La influencia de los Emiratos Árabes Unidos en Washington ha suscitado la preocupación de que el Estado del Golfo esté "comprando el silencio" de los principales grupos de expertos y políticos estadounidenses. Esto se debe a la reciente acusación de Tom Barrack por trabajar supuestamente como agente extranjero no registrado para Abu Dhabi. A pesar de la acusación contra el multimillonario de 74 años, algunos de los principales nombres vinculados a la política exterior de Estados Unidos han guardado un llamativo silencio sobre el nefasto papel desempeñado por los EAU para impulsar su agenda política de línea dura en Washington.
"¿Están los EAU comprando el silencio en los think tanks estadounidenses?", se pregunta Responsible Statecraft, una publicación estadounidense que ofrece análisis, opinión y noticias que promueven una política exterior estadounidense menos militarista. Compara la respuesta de los think tanks a la injerencia china y rusa en Washington con la de los EAU. Mientras que se ha escrito mucho sobre la influencia de Moscú y Pekín en todo el espectro ideológico, se ha hablado poco de las operaciones de influencia de los EAU.
Los autores del artículo, Aditi Bawa y Ben Freeman, afirman que el estatus privilegiado de los EAU, sin que se hagan preguntas sobre su comportamiento, se ha convertido en una tendencia. Señalan lo que llaman un "silencio ensordecedor" de los think tanks cuando Abu Dhabi fue sorprendido conspirando para hacer más de 3,5 millones de dólares en contribuciones ilegales a campañas políticas entre 2016 y 2018, y cuando los EAU gastaron 2,5 millones de dólares en una campaña encubierta en 2017 para poner al Congreso de Estados Unidos en contra del rival regional de los Emiratos, Qatar.
"¿Por qué la intromisión en la política estadounidense de un régimen autoritario, los EAU, se trata de forma diferente a la intromisión de regímenes autoritarios como Rusia y China?", se preguntan Bawa y Freeman. Dicen que el dinero es un factor antes de revelar las enormes sumas pagadas por Abu Dhabi a algunos de los más conocidos think tanks de Washington.
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La embajada de los EAU en Washington, por ejemplo, habría donado al menos 1.000.000 de dólares al Atlantic Council entre 2019 y 2020. Poco después, el think tank celebró su cuarto Foro Mundial de la Energía anual en colaboración con la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi y otras empresas de energía nuclear y petróleo. El consejo también recibió al menos 4 millones de dólares de los EAU entre 2014 y 2018.
"Guardar silencio sobre cuestiones de seguridad nacional en las que los EAU son los culpables es un patrón en todos los think tanks que pontifican la experiencia en política exterior y reciben financiación de los EAU", explican los autores.
Un portavoz del Atlantic Council es citado insistiendo en que el grupo tiene "completa independencia intelectual" y que cualquier sugerencia de lo contrario sería falsa. "El personal de todos los programas del Atlantic Council ha escrito de forma crítica sobre las políticas de los EAU y ha sacado a la luz los esfuerzos de influencia, todo lo cual está disponible públicamente".
Un estudio del portal web del Atlantic Council realizado por los autores indicó que no hay ninguna cobertura crítica de los EAU en general, y absolutamente nada que aborde las operaciones de influencia ilícita de los EAU en Estados Unidos que tuvieron lugar mientras el consejo recibía millones de dólares de los Emiratos. El portavoz del Consejo no respondió a una solicitud de pruebas de las críticas a los EAU supuestamente "disponibles públicamente".
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