Las fuerzas de ocupación israelíes detuvieron anoche a varios familiares de los seis presos palestinos que se fugaron de la prisión de alta seguridad de Gilboa, en el norte de Israel, a principios de esta semana.
Según la Sociedad de Prisioneros Palestinos, los soldados israelíes entraron y saquearon las casas palestinas de Arabbuna, al norte de la ciudad ocupada de Cisjordania, Jenin, de donde proceden los fugados. Detuvieron a cuatro miembros de la familia de Mahmud Ardah. Los medios de comunicación israelíes lo describen como el cerebro de la fuga.
Soldados israelíes fuertemente armados también detuvieron a Yacoub Infaat, padre de otro de los fugados, tras irrumpir en su casa de Ya'bad, al oeste de Yenín.
Según la agencia de noticias Wafa, la detención de un funcionario de la Unidad de Reclamaciones del Ministerio de Sanidad palestino, llevó al ministro Mai Al-Kaila a condenar su detención y el interrogatorio de su familia.
"La ocupación israelí ejerce deliberadamente la violencia sobre el pueblo palestino, violando las normas, leyes y convenciones internacionales", ha declarado Al-Kaila. Pidió a todas las organizaciones de derechos humanos que intervinieran sin demora para garantizar la liberación del funcionario.
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El lunes, las autoridades de ocupación israelíes anunciaron que seis presos palestinos se habían fugado de la prisión de alta seguridad de Gilboa, en el norte del país. Según los informes, utilizaron herramientas de cocina primitivas para cavar un túnel desde su celda por el que escaparon.
Desde entonces, Israel ha lanzado una persecución masiva y ha reforzado sus fuerzas de ocupación en Yenín. Según los informes, los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina están cooperando en la búsqueda de los fugados.
Los grupos de derechos afirman que hay 4.850 prisioneros palestinos retenidos por Israel, entre ellos mujeres y niños. Se enfrentan a malos tratos y a duras condiciones.