Los líderes libaneses han acordado hoy un nuevo gobierno tras un año de disputas políticas por los puestos del gabinete que han agravado un devastador colapso económico, informa Reuters.
El avance se produjo tras una serie de encuentros con Francia, que ha liderado los esfuerzos para conseguir que los dispersos líderes libaneses se pongan de acuerdo en un gabinete y comiencen las reformas desde la catastrófica explosión del puerto de Beirut del año pasado, dijeron altas fuentes políticas libanesas. El Ministerio de Asuntos Exteriores francés no hizo ningún comentario inmediato.
La crisis, que ha sumido a tres cuartas partes de la población en la pobreza, es la mayor amenaza para la estabilidad del Líbano desde la guerra civil de 1975-90.
Llegó a un punto crítico el mes pasado, cuando la escasez de combustible paralizó gran parte del país, lo que provocó numerosos incidentes de seguridad, una creciente preocupación en Occidente y advertencias de que se produciría algo peor si no se tomaban medidas.
El primer ministro Najib Mikati, musulmán suní, y el presidente Michel Aoun, cristiano maronita, firmaron un decreto por el que se establecía el gobierno en presencia de Nabih Berri, presidente musulmán chiíta del parlamento, informó la presidencia.
Youssef Khalil, un alto funcionario del banco central y ayudante del gobernador Riad Salameh, fue nombrado ministro de Finanzas en la alineación del nuevo gabinete propuesto.
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Al igual que el gabinete saliente del primer ministro Hassan Diab, se espera que el nuevo esté formado por ministros con experiencia técnica que no sean políticos prominentes pero que hayan sido nombrados por los principales partidos.
Fuentes políticas dijeron que se habían mantenido intensos contactos durante la noche para intentar llegar a un acuerdo.
Mikati, un político-empresario que fue designado primer ministro en julio, ha dicho anteriormente que trataría de reiniciar las negociaciones con el FMI una vez formado su gobierno.
La formación del gabinete se ha visto descarrilada en repetidas ocasiones por los desacuerdos entre las facciones políticas sobre la distribución de los puestos del gabinete.
Mikati es el tercer primer ministro designado que intenta formar gobierno desde que éste dimitió hace más de un año tras la explosión del puerto de Beirut, en medio del empeoramiento de la crisis económica.
Mikati fue designado después de que Saad al-Hariri, antiguo primer ministro, abandonara sus esfuerzos. Hariri intercambió la culpa del fracaso con Aoun, un aliado de Hezbolá, respaldado por Irán.
Los adversarios políticos de Aoun le han acusado a él y a su partido político, el Movimiento Patriótico Libre, de buscar un poder de veto efectivo en el nuevo gobierno al exigir un tercio de los escaños. Aoun lo ha negado en repetidas ocasiones.