Los organismos de seguridad israelíes están trabajando juntos para superar cualquier posible impacto de la reciente fuga de detenidos palestinos de la cárcel de alta seguridad de Gilboa, dijo ayer el primer ministro Naftali Bennett.
Las declaraciones de Bennett se produjeron durante una reunión que mantuvo con funcionarios para evaluar la situación. A la reunión asistieron el ministro de Defensa israelí, el ministro de Seguridad Interior, el jefe de gabinete, el jefe del Shin Bet (Agencia de Seguridad de Israel), el comisario de policía, el comisario del servicio penitenciario y el jefe de seguridad nacional.
"Los acontecimientos tienen el potencial de impactar en numerosos frentes", añadió Bennett, subrayando que Israel estaba "preparado para cualquier escenario".
El ministro de Defensa, Benny Gantz, dijo que tuvo una "serie de conversaciones y evaluaciones tras el incidente de la fuga y sus efectos", señalando que su ejército estaba "trabajando con todas las fuerzas para lograr su captura [de los prisioneros palestinos]."
El lunes, 6 militantes palestinos se escaparon de la prisión israelí de máxima seguridad a través de un agujero que habían cavado en el suelo de una celda. Según los informes, cinco pertenecían al movimiento de la Yihad Islámica y uno era un antiguo comandante de un grupo armado local.
La campaña de búsqueda de los fugados por parte de Israel no ha dado todavía ningún resultado.
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