Arabia Saudí ha rechazado las conclusiones de un informe elaborado por un grupo de expertos regionales e internacionales sobre Yemen, que acusa a todas las partes del conflicto de violar los derechos humanos, y ha dicho que está "politizado y no es imparcial".
Esta afirmación se produjo en un discurso pronunciado ayer por el representante permanente del reino ante la ONU en Ginebra, Abdulaziz Al-Wasel, durante una sesión de diálogo interactivo celebrada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para debatir el cuarto informe anual sobre Yemen.
Al-Wasel dijo: "Arabia Saudí rechaza el mandato del equipo encargado del seguimiento de la situación en Yemen y no reconoce sus informes politizados y los resultados a los que se llegó con herramientas sesgadas y fuentes poco fiables."
La agencia oficial de noticias SPA citó a Al-Wasel diciendo: "Las prácticas e informes del equipo indican ciertamente una falta de imparcialidad".
"El Reino fue objeto de ataques con misiles por parte de las milicias terroristas hutíes, dirigidos a los ciudadanos y a las infraestructuras vitales, pero el equipo declaró que estos ataques son de carácter militar."
"El equipo, con su seguimiento sesgado de una oscura milicia terrorista golpista, ¿desea realmente contribuir a la solución de la crisis yemení o alentar a las milicias a continuar con su golpe?", preguntó.
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En su cuarto informe al Consejo de Derechos Humanos, el Grupo de Expertos Eminentes Internacionales y Regionales sobre Yemen presentó sus conclusiones sobre las graves violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas por las partes en conflicto en Yemen. El informe, titulado "Una nación abandonada: Un llamamiento a la humanidad para poner fin al sufrimiento de Yemen" se publicó el 8 de septiembre y abarca el periodo comprendido entre julio de 2020 y junio de 2021.
El informe destaca "las restricciones humanitarias, así como los obstáculos al acceso a la alimentación y la atención sanitaria, las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, la violencia de género, incluida la violencia sexual, la tortura y otras formas de trato cruel, inhumano o degradante, la denegación del derecho a un juicio justo, las violaciones de las libertades fundamentales, la persecución y las violaciones contra periodistas, defensores de los derechos humanos, minorías, migrantes, desplazados internos y la violación de los derechos de los niños".
Éstas, dijo, fueron llevadas a cabo por "todas las partes del conflicto, con violaciones cometidas por el Gobierno de Yemen, el Consejo de Transición del Sur, los miembros de la coalición y las autoridades de facto".
A continuación, "pide a los terceros Estados que dejen de proporcionar armas y apoyo militar a las partes, dado el papel de estas transferencias en la perpetuación del conflicto y la posible contribución a las violaciones".