El Ministerio de Energía del Líbano ha vuelto a subir hoy los precios de la gasolina, reduciendo de hecho su subvención al combustible, informa Reuters.
El precio de la gasolina de 95 octanos y de la gasolina de 98 octanos se ha incrementado en más de un 37%.
El aumento de los precios de la gasolina se aplicará inmediatamente, según un documento oficial.
El empeoramiento de la escasez de gasolina en todo el Líbano ha provocado colas de varias horas para conseguir apenas combustible, y a veces ha habido violencia en las gasolineras.
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Hezbolá comenzó ayer a introducir combustible iraní en el país a través de Siria, una medida que, según dice, debería aliviar la agobiante crisis energética, pero que, según los opositores, corre el riesgo de provocar sanciones estadounidenses.
El Líbano subió los precios de la gasolina por última vez el 22 de agosto, ya que el banco central casi se ha quedado sin reservas de divisas para financiar el programa de subvenciones al combustible.
El aumento de los precios no levanta totalmente la subvención de la gasolina, un paso que se espera que se produzca pronto.
"Esta es la penúltima etapa del levantamiento de la subvención", dijo Georges Braks, miembro del sindicato de propietarios de gasolineras. "La subvención del combustible imagino que de aquí a final de mes pasará a la última etapa y se levantará por completo y todo el combustible será entonces no subvencionado".
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El aumento de los precios añadirá cargas a una población que ya se tambalea por los efectos de un colapso económico calificado como una de las peores depresiones de la historia moderna.
La Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO) calcula que la crisis ha sumido hasta ahora al 78% de la población en la pobreza.
El Líbano ha estado reduciendo un extenso programa de subvenciones para la importación de productos de primera necesidad, como combustible, medicamentos y alimentos.
Los críticos han dicho que el programa de 6.000 millones de dólares introducido el año pasado estaba mal gestionado y era un despilfarro.
El gobierno anunció a principios de este mes un sistema de tarjetas de subvención en efectivo para más de 500.000 familias, a medida que se reducen las subvenciones en especie.