Irán se unió el viernes a un organismo de seguridad de Asia Central en rápida expansión, liderado por Rusia y China, y ha pedido a los países de la Organización de Cooperación de Shanghai que le ayuden a formar un mecanismo para evitar las sanciones impuestas por Occidente, informa Reuters.
El organismo, creado en 2001 como foro de discusión entre Rusia, China y los Estados ex soviéticos de Asia Central, se amplió hace cuatro años para incluir a India y Pakistán, con el fin de desempeñar un papel más importante como contrapeso a la influencia occidental en la región.
Como muestra de su creciente influencia, la cumbre del organismo en Tayikistán fue la primera aparición en el extranjero del nuevo Presidente de Irán, Ebrahimi Raisi, desde que asumió el cargo en agosto.
Raisi saludó la oportunidad que la adhesión supondría para Irán, como país situado en la ruta china del "Cinturón y la Ruta", de unirse a importantes vínculos comerciales a través de Eurasia. La televisión iraní describió que la adhesión de Irán le daría acceso a enormes mercados en todo el continente.
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En su discurso a los miembros, Raisi comparó las sanciones a Irán con el terrorismo, y dijo que la organización debería diseñar un mecanismo que ayude a Teherán a evitarlas.
Rusia y China, junto con los países occidentales, son partes de un acuerdo de 2015 entre Irán y las potencias mundiales en virtud del cual Teherán aceptó frenar su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones.
Washington abandonó unilateralmente ese acuerdo en 2018 y volvió a imponer sanciones financieras. Las negociaciones de este año para revivirlo se han estancado.
"Nada puede detener las actividades nucleares pacíficas de Irán que están dentro del marco de las regulaciones internacionales", dijo Raisi. "La diplomacia sólo es eficaz cuando todas las partes se adhieren a ella. Las amenazas y la presión atan las manos de la diplomacia y la hacen ineficaz".