El 6 de septiembre, la ocupación israelí lanzó la mayor cacería humana de su historia, en busca de seis prisioneros palestinos que escaparon de la prisión israelí de alta seguridad de Gilboa. La operación ha costado hasta ahora 30 millones de dólares, informó el viernes Sputnik.
Por decimocuarto día consecutivo, el ejército israelí y el servicio de inteligencia Shin Bet unieron fuerzas con la policía para buscar a los fugados utilizando drones y helicópteros. Establecieron cientos de puestos de control.
Encontraron y recapturaron a cuatro fugados y siguen buscando a los dos restantes. Los servicios de seguridad israelíes aún no han encontrado ningún rastro de ellos.
LEER: La fuga de Gilboa
Sin que se haya revelado ninguna información a los medios de comunicación, los servicios de seguridad esperan que uno de los dos fugados haya entrado en Yenín.
La cadena pública israelí KAN informó de que la persecución de los dos fugados ha costado a Israel entre 3 y 6 millones de dólares al día.
La KAN informó de que una fuente policial declaró: "Es la persecución más cara de la historia de Israel".