Hamás declaró ayer que culpaba a las autoridades de ocupación del aumento de los índices de delincuencia entre los palestinos residentes en Israel.
En una nota emitida por el portavoz de Hamás, Abdul-Latif Al-Qanou, el movimiento dijo: "El gobierno de ocupación israelí guarda silencio sobre los delitos entre los árabes, con el objetivo de desintegrar su estructura interna".
Al-Qanou dijo que el aumento de los delitos dentro de la comunidad árabe "ha alcanzado una tasa récord", señalando que "esto es un indicio peligroso".
La declaración aseguraba que el gobierno israelí fomenta esta violencia y los asesinatos entre los árabes, "atentando contra su tejido social. Su silencio y la falta de intervención policial son prueba de ello".
Hizo un llamamiento a los ciudadanos palestinos de Israel "para que mantengan su cohesión social y protejan su tejido social con el fin de estar preparados para hacer frente a los planes de la ocupación sionista destinados a desintegrar al pueblo palestino allí donde exista."
También les pidió que pusieran en marcha soluciones creativas y resolvieran sus problemas de forma independiente para cortar los "planes racistas israelíes destinados a propagar la sedición entre ellos".
Los crímenes, principalmente los asesinatos, han aumentado considerablemente en las comunidades árabes de Israel, y los sucesivos gobiernos israelíes han permanecido en silencio.
Los ciudadanos palestinos de Israel -los que se quedaron durante la Nakba- constituyen el 20% de la población del país.