El largo discurso del líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en la Asamblea General de la ONU sólo proporcionó un reconocimiento histórico parcial. El vínculo entre el colonialismo y la ONU, especialmente en el contexto de la Resolución 194 de la ONU y el derecho al retorno de los palestinos, fue obviado al regurgitar el concepto obsoleto de una conferencia de paz internacional. "Si no hay una conferencia de paz internacional y no hay negociaciones directas", preguntó Abbas, "entonces, ¿cómo se puede hacer la paz?".
¿Tal vez dando ultimátums sin sentido a Israel? Esa parece ser la visión distorsionada de Abbas. El líder de la AP amenazó con retirar el reconocimiento a Israel si la ocupación militar no termina en un año. Pero, ¿quién se cree esa retórica cuando Abbas no ha celebrado las elecciones palestinas prometidas y sigue colaborando con las fuerzas de seguridad de la ocupación israelí, a pesar de las numerosas amenazas de acabar con ella?
El enfoque político de Abbas es disociador. "Paz" es el eufemismo de la comunidad internacional para inclinarse ante la expansión colonial de Israel y aceptar las migajas que le arrojan de la mesa del apartheid. En cuyo caso Abbas tiene razón; nunca ha perdido una oportunidad para la paz dado que la AP está alineada con los intereses de seguridad de Israel hasta el punto de poner sus propios servicios de seguridad en contra del pueblo palestino.
Por supuesto, el objetivo de Abbas no es llamar la atención sobre los fracasos políticos de la AP en Palestina. Dado que sólo existe como parte del compromiso de la comunidad internacional con la diplomacia de los dos Estados, Abbas puede valerse de esta narrativa y afirmar que está trabajando por la paz en Palestina, incluso si la paz significa el sometimiento a la expansión de los asentamientos y más anexión de facto de la tierra palestina.
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La serie de preguntas retóricas que Abbas formuló en su discurso en la ONU también atestiguan su debilidad política y su sumisión al poder político superior. "¿Cree Israel que puede promover sin cesar una narrativa falsa que ignora el derecho histórico y actual del pueblo palestino a su patria?" Pues sí. No porque Israel crea en su falsa narrativa, sino por el hecho de que la ONU ha normalizado la narrativa colonial y la AP no ha hecho nada para desafiarla a nivel internacional, comprometida como está con el compromiso de dos estados que niega los plenos derechos políticos del pueblo palestino a su tierra.
Hablando de narrativas, la AP sólo expone su narrativa de "paz" en términos de cómo se relaciona con las imposiciones de la comunidad internacional sobre Palestina. Pero los palestinos conocen otra narrativa de la AP; una que silencia, encarcela y, a veces, asesina a las voces disidentes. Una narrativa que tiene sus fundamentos en la coordinación de la seguridad para controlar al pueblo palestino, en beneficio de Israel principalmente, pero también de la AP y sus funcionarios corruptos.
Denunciar la complicidad internacional mientras se participa en el proceso de colonización no es la marca de un buen liderazgo. Abbas ha pronunciado un discurso en el que las partes menos apetecibles para Israel y la comunidad internacional se han equilibrado con la adhesión al compromiso de los dos Estados, que anula la independencia palestina.
Así que en lugar de preguntar qué cree Israel que puede hacer, preguntemos qué cree la AP que puede conseguir. ¿Cuánto más está dispuesta a tolerar? Los acontecimientos de este año son testimonio de a qué se dedica la AP, y ninguna arenga persistente para las conferencias de paz internacionales alterará el hecho de que el objetivo de la AP, como el de Israel, es mantener a los palestinos alejados de sus derechos políticos. Abbas tiene razón al decir que los palestinos se opondrán a la colonización, pero sabe muy bien que la AP no estará a su lado mientras él esté al frente.
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