Los agricultores palestinos de la Franja de Gaza se enfrentan a dificultades y trabajan con pérdidas como consecuencia de las condiciones establecidas para las exportaciones por las autoridades de ocupación israelíes.
En una protesta celebrada ayer, los agricultores afirmaron que las normas -que incluyen el transporte de las mercancías a su comprador previsto sin tapas- hacen que éstas se dañen y no lleguen a sus mercados previstos en buenas condiciones, lo que deja a los agricultores en la ruina al no recibir posteriormente el pago correspondiente.
Los agricultores palestinos afirman que grandes cantidades de sus cosechas se amontonan en Karm Abu Salem, que es la única puerta de salida de la Franja de Gaza, y están dañadas. Dicen que el régimen israelí ha impuesto condiciones imposibles a sus exportaciones.
Piden que se levante el asedio que sufre Gaza desde hace 14 años y que se permita a los agricultores comerciar libremente con la Cisjordania ocupada y los mercados internacionales.
La UNESCO debe intervenir para apoyar a los agricultores palestinos, dijeron, ya que ahora trabajan con pérdidas, con una oferta mucho mayor que la demanda en la Franja de Gaza, lo que obliga a bajar los precios.
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